Resulta interesante el reportaje firmado por José Gil Olmos, publicado en Proceso bajo el titulo “No sólo hubo pacto entre el gobierno y Elba Esther”, donde se revela el acuerdo entre el PRI y el partido fundado por la maestra Gordillo. En este se confirma lo que hemos repetido hasta el cansancio: «En política no existen coincidencias».
Y es que la alianza entre el partido turquesa y el tricolor no ha caído en terreno fértil como se esperaba; los dirigentes de ambos partidos, especialmente los de Nueva Alianza, pensaban que todas las secciones (61) del SNTE aceparían dicha alianza.
Al parecer de las 61 secciones regadas en todo el país, al menos el 50 por ciento (30) simpatiza con Morena y su dirigente Andrés Manuel López Obrador. Y si hacemos un poco de memoria, se recordará que el propio yerno de la maestra Gordillo, Fernando González, y el exlíder del sindicato Rafael Ochoa, manifestaron su apoyo a Delfina Gómez Álvarez en el Estado de México.
De manera que no es seguro que los maestros de todo el país obedezcan a sus seccionales y vayan a ser usados como promotores del voto, ni como vigilantes o representantes de casillas. Allá ellos si se dejan.
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