Sólo un imprevisto de esos que suceden en la política podría bajar del caballo a Meade Kuribreña del ungimiento presidencial tricolor. O como muy bien lo decía don Jesús Reyes Heroles, en política todo es tiempo y circunstancia. Los secretarios de despacho, como es el caso del titular de Relaciones Exteriores, no se mandan solos. Todo movimiento o declaración que vaya en contra del Tlatoani presidencial es considerado un suicidio político. Por esa razón, no es producto de la casualidad que Luis Videgaray casi le haya matado un pollo al secretario de Hacienda, Meade Kuribreña. La lista de elogios a favor del favorito del presidente fue extensa, y si usted piensa que estamos exagerando, cheque usted mismo parte del discurso:
«El único mexicano, junto con Plutarco Elías Calles, que ha ocupado cuatro secretarías distintas en dos gobiernos diferentes. Conduce con gran inteligencia, disciplina y, sobre todo, patriotismo y visión de Estado la política macroeconómica de México. Bajo el liderazgo de José Antonio Meade, hoy México tiene rumbo, estabilidad y claridad en la política económica. Para nadie es un secreto que tengo mucho tiempo de conocer al secretario y soy testigo fiel, no sólo de su inteligencia notable, de su preparación y experiencia, lo soy sobre todo de sus valores. El más importante de ellos, la integridad y el patriotismo que al final de cuentas es el amor a México entre cada una de sus responsabilidades en su trayectoria ha sido el amor a México lo que lo ha distinguido».
De verdad que esta descripción debió de haber contado con el visto bueno del inquilino de Los Pinos. Note los calificativos; chambeador (ha ocupado cuatro secretarias), inteligente, disciplinado, patriota, visionario, líder, experimentado, lleno de valores, íntegro. Vaya que le faltó papel al secretario de Relaciones Exteriores para describir las virtudes del virtual candidato tricolor. Ya sólo faltó que Luis Videgaray le presentara a una de sus hermanas para hacerlo su cuñado.
Comentarios