Por supuesto, ya se nos hacía conocido el nombre y el rostro de este magistrado. Juan Manuel Sánchez Macías fue el que se quiso pasar de “chistosito” y terminó expresando dichos misóginos en una mesa sobre equidad de género. En su participación el señor magistrado dijo que las mujeres deben aspirar a ocupar cargos por su capacidad intelectual «y no porque están bien buenas y tienen unas nalgas exquisitas».
El escándalo fue tal que el señor tuvo que dimitir y dejar la presidencia de la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El que lo sustituyó fue precisamente Antonio de León Gálvez, quien junto con él tomaron la decisión de anular la elección de Emiliano Zapata que ganara Morena, por los conflictos internos de la coalición PAN-PRD; ¡en qué cabeza cabe!
Alguien tiene que detenerlos, y es que ha trascendido que estos sujetos todavía tienen en la mesa la impugnación de la elección en Xalapa. En el batidero de su corrupción pueden incluso anular la elección de Xalapa. ¡Abusados! Por cierto, ¿a qué le suena el apellido Sánchez Macías? Claro, a los primos de Karime, los dueños de los Heraldos, quienes se quisieron apropiar de terrenos donados y se quedaban con todo el dinero de los convenios en la Legislatura pasada. ¡Vaya familia!
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