La verdad se pasaron las diputadas del PRI al soltar el grito de guerra de los futbolistas en los estadios: «Eeeeehhh…uto». Por ese grito algunos estadios han sido multados, la Federación Mexicana de Futbol ha sido multada varias veces y muchos equipos viven con la amenaza de ser vetados. Pero en la Cámara de diputados ese grito, que algunos califican de homófobo, resultó una graciosada.
Podrían no estar de acuerdo con el diputado de Morena, el cual dijo sus verdades a los que aprobaron el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2018. Esas mismas mujeres son las que pelean para que no se discrimine a las féminas, son las que aprueban las leyes para evitar la violencia en contra de las mujeres; esas mismas diputadas se rasgan las vestiduras ante los feminicidios. ¿Qué hubiera pasado si los varones hubieran soltado ese grito, pero contra una mujer? De plano estas diputadas se vieron más corrientes que las galletas de animalitos.
Son una vergüenza nacional como es posible que las dejemos legislar, pero la culpa es nuestra por dejarlas llegar ahí y no exigirles cuentas a estas sanguijuelas que no sirven para nada