Topacio Citlali aprendió a la mala, se queda cuatro años en la cárcel; pero, ¡quién la manda!

Topacio
Xalapa, Ver. Luego de varias horas de bloqueo en la carretera Xalapa Veracruz a la altura de la SEV, la Policía Estatal detuvo a la líder de la agrupación ARCO, Citlalli Topacio Hernández Ramírez y a dos más de sus colaboradores por el delito de ataque a la vía de comunicación en zona federal FOTO: CARLOS NAVA/FOTOVER
- en Avenida Principal, Carrusel

El 5 de diciembre de 2016 reportábamos que a menos de una semana del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares se daba la primera manifestación en el centro de la ciudad. Un grupo reducido de personas, encabezado por Topacio Citlali, cerraba la calle de Enríquez. La señora solicitaba 10 espacios o plazas en la nueva administración de la Secretaría de Educación de Veracruz, por lo que amagaba con seguir manifestándose si no le cumplían con lo que pedía. A la semana siguiente, Topacio encabezó a ese mismo grupo y tomó las instalaciones de la SEV al tiempo que cerraba la carretera federal; trascendió que a algunos transportistas que pagaban peaje los dejaba pasar.

Fue en ese momento que la detuvieron y aunque a gritos ella trató de oponerse, se la llevaron a Pacho donde todavía se encuentra recluida. Pues el día de hoy, el abogado de Topacio Citlali Ramírez, declaró que su defendida entendió la lección, pero que aun así tendrá que pasar cuatro años en la cárcel, que pudieron ser nueve o hasta 13 años acusada de motín, incitación a cometer un delito y atentar contra las vías de comunicación y medios de transporte.

Topacio vino a ser la piedra de toque para todos aquellos que, acostumbrados a cerrar calles durante el duartismo, quisieron hacerlo durante el gobierno de Yunes Linares. Su abogado Rodolfo Reus Medina declaró: «Ella entendió y comprendió que ahora sí en Veracruz sí se aplica el estado de derecho, ella me dijo que se le externara al gobierno del estado, al poder ejecutivo, que fue un error haber violentado el estado de derecho en sus primeros días de mandato constitucional». Pero, ¡quién la manda!

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