Muertos bien vivos

Tradiciones
Altar de Todos Santos FOTO: WEB
- en Opinión

Antonio Trujillo y Perdomo / Estamos ciertos que en México existe la absoluta libertad para que cualquiera que lo desee practique el culto religioso o sectario que le plazca, como los tamalitos de la ofrenda a los muertos, de chile, dulce y manteca, no hay fijón si les gusta el Budismo, el Brahamanismo, el Induismo, el Catolicismo, el Protestantismo con sus veintenas de ramificaciones, y los cientos o miles de religiones que gusta de tener y creer la raza humana en todo el planeta y desde tiempos inmemoriales, ¡cada quien su rollo! Neta que no hay bronca raza.

La visión respecto de la espiritualidad de la Constitución Mexicana es abierta en ese sentido, no nos impone a los mexicanos que por fuerza tengamos que practicar determinado culto, y no hay que pedir permiso tampoco a nadie para creer lo que queramos, así sea en ángeles alienígenas o en anunakis que  beben oro líquido, chale, ¡aunque usted, no lo crea!, hay quienes sí lo creen y pos cada quien sus alucines, no hay pedal, mientras estén quieticos y no hagan daño a los demás pos que se entretengan para que no armen guerrillas y sigan siendo subordinados del consumismo internacional, neta.

Pero de eso a que algunos batos rolleros que se erijen cual pastores de ovejas descarriadas, que se enojen y se encabriten porque millones de mexicanos celebramos el ancestral Día de Muertos, ¡pos eso ya calienta!, neta y hay que pararlos a como dé lugar, pus qué se creen. Bueno, se sienten los dueños de sus dioses y allá se lo aigan, que se sigan sintiendo; pero que no atenten contra una costumbre mexicana tan viva y que goza de cabal salud como la Celebración del Día de Muertos.

Bueno llegan hasta a exigir que la Secretaría de Educación Pública prohíba las celebraciones escolares de muertos siendo que es parte de la cultura educacional de los mexicanos, o como quien dice esos “líderes” religiosos mandan al diablo las instituciones, ¡sí chucha cómo no!  ¿y tus calzonsotes?.

Hay sectas y religiones fanatizantes –todas digo yo- que sus enseñanzas y libros sagrados les prohíben recibir transfusiones sanguíneas, aunque se los esté llevando patas de catre; no les dan chance de hacer megapachangones hasta la amanezca, aunque a escondidas y en otros lugares se destrampen en una noche loca; que no les permite tirarse un trago –aunque si a las hermanas-; que se la pasan criticando al negocio de enfrente porque tienen en adoración figuritas; que fingen ser comesantos y en realidad son cagadiablos; son son son…

Esos émulos de Charles Manson Región IV deben saber que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, en el año 2008 reconoció que el mexicanísimo Día de muertos –mesoamericanísimo, diría yo- ya pertenece al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser de una riqueza cultural tan inmensa que merece ser conocida a nivel internacional y preservada hasta el fin de los tiempos, tan tan.

Luego entonces doctos e inteligentes consideraron que la idiosincrasia y cosmogonía de los naturales de América es respetable y de profundidad humana, manifestada en el recuerdo y culto a sus muertos ¿por qué jijudiuncarajo mesías, abatares y ayatolas autóctonos piden a la autoridad de Educación que se elimine de esas actividades escolares a sus hijos o hermanos menores en edad escolar? ¡Por dios santísimo!, líbranos de todo mal, coño joder.

Lo que no deja de ser cierto es que, neta, la Iniciativa de Ley que metió la carnala Senadora del Chapito, o sea Chayito Guzmán Avilés es chida y de buena onda; que el Día de Muertos sea declarado Fiesta Nacional, porque esa costumbre indígena de respeto, amor y recuerdo por quienes ya no están en el mundo material fortalece la cultura y las tradiciones nacionales.

Felicitación también a los otros 20 legisladores que respaldaron la Iniciativa de Chayito, -chayito, chayito huumm…me suena-   para que pasara a comisiones unidas de Cultura y Estudios Legislativos la destacen y posterior la pasen al Pleno para que si así fuere se apruebe y ya los legisladores del Congreso de la Unión también tiren güeva en otro puentote de Fiesta Nacional; ¡viva el Día de Muertos!. Parte de lo bueno es que la Iniciativa promueve el nacionalismo y el fortalecimiento de las tradiciones mexicanas..iiii ñoooorrr.

Y pa´los que les venga el saco, tírenle oclayo al texto atribuido a Pierre Teilhard de Chardin 1881-1955. Teólogo, Filósofo y Paleontólogo, una visión integrada de la ciencia y la mística.

La religión no es solo una, hay CIENTOS; la espiritualidad es UNA. La religión es para los que duermen; la espiritualidad es para los que están despiertos. La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados; la espiritualidad es para aquellos que presten atención a su voz interior. La religión es un conjunto de reglas dogmáticas; la espiritualidad invita a razonar sobre todo a cuestionar todo. La religión amenaza y asusta; la espiritualidad da paz interior. La religión habla de pecado y de culpa; la espiritualidad dice, “aprende del error”. La religión reprime todo y en algunos casos es falsa; la espiritualidad trasciende todo, y ¡te acerca a tu verdad!. La religión inventa; la espiritualidad encuentra. La religión no tolera ninguna pregunta; la espiritualidad cuestiona todo. La religión es humana es una organización con reglas de hombres; la espiritualidad es Divina, sin reglas humanas. La religión es causa de divisiones; la espiritualidad une. La religión se alimenta del miedo; la espiritualidad se alimenta de la confianza y de la fe. La religión vive en el Pensamiento; la espiritualidad vive en la Conciencia. La religión se ocupa con el hacer; la espiritualidad tiene que ver con el ser. La religión alimenta el ego; la espiritualidad impulsa a trascender. La religión nos hace renunciar al mundo para seguir a un dios; la espiritualidad nos hace vivir en Dios, sin renunciar a nosotros. La religión es un culto; la espiritualidad es la meditación. La religión nos llena de sueños de gloria en el paraíso; la espiritualidad nos hace vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora. La religión vive en el pasado y en el futuro; la espiritualidad vive en el presente. La religión crea claustros en nuestra memoria; la espiritualidad libera nuestra conciencia. La religión nos hace creer en la vida eterna; la espiritualidad nos hace conscientes de la Vida Eterna. La religión promete vida después de la muerte; la espiritualidad es encontrar a Dios en nuestro interior durante la vida y la muerte. Las personas religiosas tienen miedo de ir al infierno; las personas espirituales “no quieren regresar a él”  …..asuuuuu tú, ya ni la rezongas…saluditos mi Tapir, no me odies por ser indito, juar juar juar.

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