Nosotros como ciudadanos somos también responsables de nuestra propia seguridad. Es por ello que debemos tomar medidas de precaución para no agregar riesgos innecesarios a nuestra seguridad personal, la de nuestra familia, amigos y bienes. La muerte del doctor David Casanova es muy lamentable, sobre todo por lo valioso de su contribución a la medicina en el país y por el gran ser humano que se pierde.
Pero antes que lanzar culpabilidades a diestra y siniestra, lo que deberíamos hacer es exigir que se atrape a los responsables y mayor seguridad al tiempo que nosotros mismo reforzamos nuestras medidas de seguridad. Aquí nos tocó vivir, esta es nuestra realidad, y si no la entendemos nos va a suceder como dice el proverbio bíblico: «Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena».