Rafael Pérez Cárdenas / Sobrevivir en los tiempos del internet y Maluma no es fácil, menos cuando se trata de una radio universitaria que tiene que enfrentar escasez de recursos económicos y de tecnología, además de estar abrazada por una enramada sindical.
De las cosas buenas que trajo la reelección de Sara Ladrón de Guevara como rectora de la Universidad Veracruz es que habrá oportunidad de cumplir el proyecto que hace un año se echó a andar en su espacio radiofónico. Por fortuna, las autoridades universitarias han evitado caer en la tentación de utilizar la frecuencia de Radio UV como un conducto para la propaganda institucional, y más recientemente, las aspiraciones sucesorias.
Hay que dar un paseo por la radio para reencontrarse con ella. Y no me refiero sólo al edificio, la vieja casona de Clavijero, sino también por su programación y los recursos con los que hoy cuenta.
En Radio Universidad Veracruzana se ha diversificado pero ha conservado su esencia. La música académica sigue siendo el género que más se emite con más de 48 horas distribuidas por semana, sin embargo, hay espacio para más de 60 géneros. No hay música aborrecida pero tampoco una frecuencia monocromática.
La biblioteca digital es uno de sus mayores tesoros, una de las más reconocidas en el país; sin embargo, es necesario acrecentar el ajuar. Hoy existen más de 30 mil tracks, con lo que se podría programar más de 3 meses de música sin repetirse, sin embargo, en una estación con verdaderas aspiraciones, esto es una de sus cuentas pendientes.
Pero tal vez uno de sus mayores méritos en este tiempo ha sido derribar el muro y salir a un mercado académico y cultural cada vez más competido. Por ejemplo, se generaron vínculos sólidos con disqueras como Daptone Records, Nacional Records, Fat Beat Records, Ninja Tune, Elefant Records, Blue Note, Verve Record.
Al tiempo que se han multiplicado los acuerdos de colaboración con facultades de la UV con otras de Universidades como la Universidad Autónoma de Chihuahua y Radio BUAP 96.9 FM de Puebla y la Universidad Nacional de Colombia. Tan sólo en abril pasado, la radio participó en el décimo aniversario del Record Store Day y el 2º Vinylthon siendo la única radio del país en hacerlo.
La intención de dejar la ser la simple radio de la Universidad Veracruzana para buscar su propia identidad es notable. Eso terminará dando dividendos a la propia Casa de Estudios.
Vaya, hasta ese mundo glorificado de los millenians hoy tienen un espacio: se lanzó la App de RAdio UV para dispositivos iOS y Android, en casi un año se triplicó el número de seguidores en Facebook, y se puso a disposición un número de WhatsApp con el fin de establecer una comunicación más fluida. Hasta ahora, muchas estaciones comerciales, con mucho más recursos que eso, siguen naufragando en su propósito de llegar a este segmento.
Y ahora que está de moda la ciudadanización de las decisiones de la función pública –lo cual no es una crítica sino una necesidad-, resulta plausible la convocatoria para integrar un Consejo Ciudadano. Hasta hace algunos años, Radio Universidad era una especie de refugio, una zona de confort para la autocomplacencia de supuestas o reales habilidades intelectuales.
Con la recepción de los dos títulos de concesión para operar Radio UV, también llegaron un grupo de ciudadanos, incluidos entre ellos críticos y reconocidos periodistas. Con Laura Mora, Francisco Javier Cabrera, Aurelio Contreras, Manuel Ángel Díez y Miguel García seguramente habrá autocrítica y propuesta. Para eso están ahí, honorarios y ajenos a la burocracia interna.
El Consejo busca fortalecer el carácter público de la radio universitaria y conforme a las reglas que presente el CTR contará con facultades de opinión y asesoría en casi todo: políticas, programas y proyectos. En complemento, también se integró el Comité de Telecomunicaciones y Radiodifusión (CTR). Ambos órganos tienen la tarea nada fácil de abonar al prestigio de la radio.
Más allá de los logros materiales e institucionales, hoy Radio Universidad Veracruzana merece una oportunidad de la audiencia. No es fácil competir, pero esa es la tarea fundamental. Así que si quieren irse a dormir, pueden desechar al osito Bimbo de Televisa y postrarse al lúdico arte de escuchar un repertorio de géneros y propuestas estilísticas, provenientes de la música electrónica, smooth jazz, lounge y R&B.
Hoy, Radio Universidad Veracruzana se debe evaluar desde la propuesta para una radio del futuro y no desde la nostalgia de una antigua radio que cumplió su ciclo. La Universidad requiere propuestas que la impulsen y no que la postren a la comodidad del pasado. Su director Ernesto Collinot lo sabe.
La del estribo…
- Hasta ahora, no he escuchado una explicación coherente sobre la decisión de cancelar el programa DACA para dar protección a los “dreamers”. De acuerdo con las investigaciones que se han hecho, los jóvenes inscritos aportarían 460 mil 300 millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos durante la próxima década. ¡Que los traigan a Veracruz!
- El tema de las concesiones de taxis en Veracruz es uno de los capítulos más oscuros del duartismo fiel. En diez años, se saturó intencionalmente el número de unidades, con lo que se fraguaron grandes fraudes, negocios por fuera, y lo peor, se abrió la puerta a la delincuencia organizada. Seguiremos escuchando todo tipo de historias y denuncias.
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