Ya suena a bufonada el mensaje que Javier Duarte mandara a los medios de comunicación en donde insiste en no levantar su huelga de hambre, «aunque el domingo mis signos vitales disminuyeron a un estado crítico», es decir «mátenme porque me muero».
Javier insiste además en que su huelga de hambre tiene como propósito que sus excolaboradores, Arturo, Gina, Paco y Mauricio, lleven en libertad el proceso juridicial que se le sigue. Es decir, el proceso que se le sigue a él no importa ya, lo importante son sus amigos; ¡vaya abnegación la de Mahatma Duarte!
Javier, como los osos polares, tiene una gran reserva de grasa que lo puede mantener con vida otras cuantas semanas, es por ello que insiste en seguir con su huelga de hambre. Les recomendamos que para hacerlo desistir de su huelga de hambre se vayan por unas tortas de La Rielera y se las pongan enfrente; seguro sucumbe ante el antojo.
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