Junta de Gobierno de la UV, presiones por la Rectoría

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Xalapa, Ver. Instalaciones de la rectoría de la Universidad Veracruzana FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER
- en Opinión

Marco Antonio Aguirre Rodríguez / 

Solalinde y la incidencia delictiva

A la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (JG-UV) la están presionando para que reelija a Sara Ladrón de Guevara.

Las presiones hacia la misma se acrecentaron después de que presentó la calificación que le dieron a los aspirantes a la Rectoría, donde el que mejor puntuación tuvo fue Jorge Manzo Denes, con 93 puntos, frente a 88 de Sara Ladrón de Guevara.

Ésta calificación significa también que entre los miembros de la JG-UV hay quienes ya no le tienen una total simpatía a la rectora.

Y eso es raro, muy raro, porque 4 de sus integrantes fueron designados por Sara Ladrón de Guevara, mientras que los otros 5 votaron por ella para que dirigiera los destinos de la UV, porque su designación fue por unanimidad, dejando en el camino al exrector Víctor Arredondo que buscaba nuevamente el cargo.

La diferencia de puntuación llamó la atención sobre todo por la calificación que la JG-UV dio al rubro «Opinión de la comunidad», donde Jorge Manzo tuvo 20 puntos, mientras que Sara Ladrón de Guevara se quedó con 13.

El reclamo es que la rectora tuvo el mayor número de manifestaciones a favor (905), pero lo que dejan de lado es que también recogió el más alto en contra (190); esto es por lo que la Junta de Gobierno le asignó un castigo de 7 puntos menos sobre el total.

Jorge Manzo tuvo muchas menos manifestaciones a favor (54), pero ninguna en contra. Por eso es que su puntuación quedó integra.

La estrategia de movilización de miembros de la comunidad universitaria para manifestarse en torno a los aspirantes a la Rectoría resultó mala para Sara Ladrón de Guevara, porque descuidaron el lado de los puntos negativos de los contrincantes.

Ya sabían que iba a tener opiniones en contra, porque incluso muchas se hicieron públicas desde antes de iniciar el proceso de selección de manera formal.

Por eso buscaron propiciar el mayor número de opiniones a favor. Por eso hubo señalamientos de que estas fueron inducidas.

Y esto fue lo que llevó a que la rectora quedase abajo en la calificación global, con 5 puntos.

Ante esto comenzaron las críticas al órgano que habrá de hacer la designación, lo que denota el nerviosismo entre el equipo de la rectora.

Primero se cuestionó que habían sumado mal; luego que la evaluación hecha por la Junta de Gobierno era tendenciosa, e intercalado entre ambos argumentos, fluyó el correspondiente a que la metodología era incorrecta.

Las tres construcciones tienen dos elementos en común:

  1. Decir que los miembros de la Junta de Gobierno no hacen bien las cosas, lo cual, es por completo casi increíble, porque son 9 luminarias de la ciencia en México; son académicos altamente disciplinados y con metodologías de trabajo muy precisas. Un error colectivo de los 9, es casi imposible.
  2. Decir que manipularon la calificación para bajarle el puntaje a Sara Ladrón de Guevara, lo cual es tanto como asegurar que la mayoría de los integrantes de la JG-UV no la quieren, la ven con malos ojos, y que por eso castigan su puntuación. ¿Y porqué hoy la JG-UV no habría de querer a la Rectora cuando antes la han respaldado y apoyado?.

Pero además, ¿porqué cuestionar esta forma de calificar? ¿Cuál es el extrañamiento cuando estamos en un modelo educativo en el que a cada acción se le pone un puntaje significante de que también está hecha?

Jorge Manzo, el director del Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana, durante todo el proceso ha jalado simpatías en su favor, tanto al interior como hacia afuera de la UV. Vaya, durante la presentación de los planes de trabajo de los tres finalistas, fue al único que le aplaudieron.

A Jorge Manzo sus simpatizantes lo muestran al tiempo que propugnan: fuera partidos de la Universidad Veracruzana.

Pero el proceso aún no termina y falta una parte sustancial, que es la entrevista a los candidatos por parte de la JG, que será éste lunes 28 de agosto.

Ahí seguramente hablarán de las implicaciones de la Universidad con la política; con los actores políticos y sociales con los que la institución tiene contacto; de cosas que no se pueden decir en público, pero que se tienen que plantear.

Los candidatos a la Rectoría de la UV, ya observaron las propuestas de los otros y las reacciones a lo que ha ocurrido.

En esa entrevista deberán demostrar su comprensión de la Universidad Veracruzana como un ente integral social.

Ahí las cosas pueden cambiar.

Puede suceder que la JG decida mantener a Sara Ladrón de Guevara, si ella demuestra tener la visión para modificar el rumbo.

O pueden decidirse por Jorge Manzo, ratificando la calificación inicial que ellos mismos pusieron y un natural nuevo rumbo para la UV.

Lo sustancial es que la Universidad Veracruzana necesita una nueva rectoría, un cambio en su forma de conducirse en muchos aspectos.

Y eso es lo que se espera de quien ocupe el cargo a partir del 1 de septiembre.

SOLALINDE Y LA INCIDENCIA DELICTIVA. Durante la presentación que Alejandro Solalinde hizo en Veracruz, presentó junto con la Universidad de las Naciones el «Reporte de incidencia delictiva en México con principales indicadores que impactan la paz y la seguridad, así como sus variables y comparativos con otros países».

El documento fue elaborado por el Departamento de Investigaciones Avanzadas de la Universidad de las Naciones y la Asociación Nacional de Consejos de Participación Ciudadana, mediante el equipo integrado por Angelo Arturo Mattiello Guerrero, Jeremías Zúñiga Mezano, Eduardo Manzanares Retana, Francisco Javier Rocha González y Arturo Mattiello Canales.

El documento apunta una altísima incidencia de delitos no reportados e impunes, o «cifra negra», que en el país alcanza -según cálculos- el 92.8 por ciento de los que se cometen.

En Veracruz la cifra que se pondera es de 91.6

Ese mismo material destaca lo bajo del presupuesto que se destina para la persecución del delito. El presupuesto de la Fiscalía General del Estado per capita en 2016: $130.70. La cantidad no varía mucho a lo correspondiente a 2017, porque el presupuesto que se le otorgó a esta instancia es muy similar.

La cantidad es muy baja, pues el promedio en el país es de 241 pesos.

El documento, utiliza como fuentes: Reporte Índice Global de Impunidad México 2016; y Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia. Universidad de las Américas.

Además también emplea cifras de diversas dependencias oficiales.

Con ese soporte se anota igualmente que los delitos del fuero común más frecuentes en el Estado de Veracruz son: lesiones, daño a la propiedad, robo de vehículos, robo a casa habitación, y otros robos.

La Universidad de las Naciones está haciendo un trabajo sustancial en el diagnóstico de seguridad y social del estado.

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