Los mexicanos sabemos que el caso Lozoya sólo es la punta del iceberg; las declaraciones brasileñas ya eran conocidas por el Gobierno Federal desde hace tres meses. Por tal motivo resulta sospechoso el silencio y tortuguismo de la Procuraduría General de República (PGR) para citar al amigo del presidente.
Y es que el propio Lozoya Austin solicitó a la PGR, mediante oficio, que fuera citado para aclarar las acusaciones en su contra por ejecutivos de Odebrecht. Existe un escrito, con fecha de 10 de mayo; éste fue recibido directamente por la oficina del procurador Raúl Cervantes Andrade, de acuerdo con el acuse de recibo, que data del día 16.
Debido a estas sospechas, la bancada de senadores del PAN ha solicitado se congelen las cuentas bancarias del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Este caso se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los inquilinos de Los Pinos y amenaza con salirse de control. Por cierto, la bancada de diputados de Morena también ha pedido que se aclare este escándalo que se ha convertido en una verdadera bola de nieve.
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