Cuando el padre hacia distinción al aplicar la justicia en la casa, y sólo disciplinaba a unos y a otros los dejaba impunes, las abuelas decían: «todos coludos o todos rabones». Y al parecer eso es lo que está pasando o esa es la impresión que queda en el imaginario social de los veracruzanos. La detención de Xóchitl Tress, que por cierto ya sin maquillaje se aprecia diferente, ha despertado una ola de comentarios.
Inmediatamente algunos medios consideran excesiva la retención por dos años en la cárcel. Otros rápidamente se acordaron de la esposa del exgobernador, quien se anda paseando incólume e impunemente ante las narices de la justicia mexicana.
Muchos sacan a relucir los nombres de Érick Lagos, Adolfo Mota, Vicente Benítez, Édgar Spinoso, y otros más que se atragantaron con los recursos de los veracruzanos. La palabra impunidad se repite constantemente, tal pareciera que la mano de los inquilinos de Los Pinos le dicta algunas órdenes a la PGR.
En el estado jarocho, al parecer la Fiscalía General del Estado está enfocando sus baterías contra los cómplices del fidelato y el duartismo, y eso a pesar de los añorantes de la docena trágica, que señalan descuido en otras áreas. Por el momento, la detención de la Viuda alegre ha sido un buen calambre, para que muchos sigan buscando, como agua bendita, un amparo que los proteja de la cárcel.
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