Jucopo: el voto millonario

Cruz
Diputados de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado FOTO: PRENSA LEGISVER
- en Opinión

Rafael Pérez Cárdenas / Según los matemáticos legislativos, al Partido Acción Nacional –en alianza con el PRD- sólo le faltaría un voto para lograr mantener la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, y en consecuencia,  todas las posiciones administrativas que tantos beneficios les ha traído.

Esto ha puesto a más de uno a relamerse los bigotes, sabedores que ese voto tiene un enorme peso político y económico: literalmente, vale oro.

En mayo pasado, al iniciar el periodo ordinario de sesiones que concluyó este lunes, el escenario ya lucía complicado. Entonces, el grupo legislativo del PAN sólo aspiraba a ampliar un mes más el control de la Jucopo –es decir, hasta noviembre-, con el propósito de organizar las primeras comparecencias del gabinete de Miguel Ángel Yunes, y en su caso, recibir la propuesta de presupuesto para 2018. Sin embargo, hoy quieren todas las canicas.

Según documentó Formato7, el diputado coordinador de Morena Amado Cruz Malpica, aseguró entonces que el PAN debía entregar la Jucopo en agosto, no hasta noviembre, en cumplimiento del acuerdo del inicio de esta 64 Legislatura, como lo marca el artículo 31 de la ley Orgánica del Poder Judicial.

La conformación de la Jucopo, explicó hace apenas tres meses, “está establecida por ley y por ello, decir que ésta pueda cambiar por la integración de diputados a grupos legislativos es mera especulación”, aseguró el diputado morenista, quien apuntaría a ser el nuevo Presidente del órgano de gobierno en caso de lograr imponer el acuerdo.

De acuerdo al artículo 31 de la ley orgánica del Poder Legislativo, para integrar la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, se cuenta el número de legisladores de acuerdo al momento en que la legislatura se instala;  hasta ahora, dijo en aquél momento, no se tiene conocimiento que se haya alterado esa disposición de la ley interior. Por lo tanto “el hecho de que posteriormente al establecimiento de la legislatura, algunos de los legisladores decidan formar parte de una bancada, no altera el cómputo inicial de las cosas”. Ya veremos.

No obstante, también se dijo que con el incremento en el número de integrantes de la bancada panista – Sebastián Reyes Arellano se adhirió en mayo pasado-, se podría tener un impacto en el periodo en el que dicho partido mantendría la presidencia de la Junta de Coordinación Política. Llegó agosto y la Jucopo, efectivamente, sigue en manos del PAN.

Lo cierto es que en tres meses han pasado muchas cosas: el escándalo de Eva Cadena y su expulsión del grupo parlamentario de Morena; el reacomodo de los integrantes de la fracción “Juntos por Veracruz”, donde unos salen y otros entran; y la eventual adhesión al PAN de diputados de otras fracciones –Rodrigo Escalante y Vicente Benítez de Juntos por Veracruz; y Regina Vásquez Saut del PRI-, para lograr mantener el control de la Jucopo, y en consecuencia, del Congreso.

Tanto el PAN como Morena han aludido a la ley y los acuerdos legislativos para defender su derecho a presidir la Junta de Coordinación Política. La llegada de Morena no sólo significaría una barredora administrativa –donde muy posiblemente saldrían Chico Fuentes y sus muchachas-, sino que representaría un serio obstáculo para el gobernador Miguel Ángel Yunes. El receso legislativo que inicio ayer es apenas la calma que precede a la tormenta.

La disputa por el órgano de gobierno del Congreso ya es una historia vieja, sin embargo, siempre había prevalecido la política. En el ya lejano 2004, luego de que Fidel Herrera ganará la gubernatura del estado, no sin antes dejar todos los pelos en el alambre, el PRI perdió la mayoría histórica que había mantenido en el Congreso. En consecuencia, el gobernador decidió pactar y compartir el gobierno legislativo con el PAN en la LX Legislatura.

Entonces se estableció, como a nivel federal, la figura de la Junta de Coordinación Política integrada por los líderes de los grupos parlamentarios representados en el Congreso, entre ellos, Alejandro Guzmán (PRI) y Enrique Cambranis (PAN). Como nadie gozaba de una mayoría absoluta, se acordó que la presidencia sería rotativa, respetando el orden de acuerdo al número de diputados de cada grupo.

Además, en un acuerdo que sirvió a la gobernabilidad interior, se decidió que se harían nombramientos administrativos con el aval de los grupos parlamentarios, de tal manera que no hubiera cambios cada que un grupo parlamentario asumiera la presidencia de la Jucopo. Incluso, en este reparto de utilidades, el perredista Atanasio García Durán –padre del diputado federal Cuitláhuac García- ocupó la presidencia de la Mesa Directiva. Y así, todos felices y contentos.

Pero esta vez no será así. El dinero correrá a raudales, porque una vez más, como en antaño, “lo que se puede comprar es barato”.

La del estribo… 

  1. La pregunta es: si en el Congreso no se mueve la hoja del árbol sin autorización del Gobernador, ¿por qué entonces se autorizó ampliar la concesión del relleno sanitario de Xalapa, en favor de la empresa de Reynaldo Escobar? ¿Se extendió la cartera de negocios del mandatario? ¿O se dejó pasar intencionalmente para que el escándalo persiga a Américo Zúñiga en futuras encomiendas? Piensa mal y acertarás, decía mi abuela.
  2. En muchas cosas, el gobierno estatal no sólo no ha mejorado sino que se encuentra mucho peor, en un estado crítico. El tema de los medios de comunicación hace rato que dejó de ser económico; la violencia que se ejerce contra los medios, y particularmente en contra de las periodistas, nos coloca como el lugar más inseguro para ejercer esta profesión. De lo que habla CIMAC son cifras, no percepción.
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