Ante semejante atrevimiento, la Fiscalía le hizo la invitación para que se presentara el día viernes a tener una plática y enterarse de los pormenores de la denuncia en su contra. Pero, ¿ustedes creían que Alberto Silva le iba a dar gusto a los de la Fiscalía? Ya ven que no.
Y es que Silva Ramos no acudió a la invitación de la Fiscalía, y no porque tuviera miedo a que lo detuvieran, todavía tiene fuero y es inimputable, sino porque caprichoso como es, va a ir cuando se le pegue la regalada gana, en el momento más impertinente que se pueda usted imaginar.