Américo concluye ante la presión de rémoras priistas

Gasoducto
Américo Zúñiga Martínez FOTO: PRENSA AYUNTAMIENTO DE XALAPA
- en Opinión

Édgar Hernández* / 

¡Rolando Ortega líder del sindicato mayoritario del ayuntamiento de Xalapa no deja al PRI y se manifiesta institucional ante Hipólito Rodríguez!

Tras definirse desde la ciudad de México las nuevas reglas del juego sucesorio priista del 2018 para Veracruz –Américo Zúñiga llega a la dirigencia priista en octubre- fuertes presiones buscan desbarrancar la estrategia pepista.

Y se ha escogido como objeto de ataque, críticas y censuras al alcalde de la capital del estado por el interés insano que representa para las rémoras priistas posicionarse con el partido que ellos mismos se encargaron de destruir.

Buscan negociar posiciones e incrustarse en la vieja herrumbre partidista.

Son los casos de Elizabeth Morales García –con un impecable pasado de corrupción y desprestigio para su partido- y Renato Alarcón, un fracasado al igual que la ex alcaldesa, quienes desde sus sueños de opio se creen merecedores de un escaño en el Senador de la República.

Los Brito, chanclas, Amadeos, cabezas de lata, los perdedores de las municipales y los desleales de Duarte, Mota, Kuri, Erick, Spinoso, Benítez, Deantes, los pirrurris de Fidel, su hijo Javier incluido, uno de apellido Diez de Orizaba, neoporfirista puro, y las asociaciones políticas adherentes al PRI todos y todas quieren la rebanada de un pastel que no existe.

El mismo Héctor Yunes Landa quien no cesa en sus afanes de meterle ruido al chicharrón a sabiendas de que será Pepe y no él, el candidato a la gubernatura.

Américo por ser el primero que según sus detractores, asomó la cabeza y fue llevado a la guerra mediática al verlo como peligro dada la cercanía con Pepe Yunes.

En la víspera pues de concluir cuatro años de gestión son magnificados presuntos yerros: que si el gasoducto, que no es gasoducto; que si el pavimento de la calle de Enríquez –por 30 años anhelado- ahora resulta que es obra de relumbrón; que si las obras hidráulicas no funcionaron; que si se va a privatizar la basura y una cauda más de argumentos, algunos de ellos baladíes, que buscan la desacreditación del edil.

En realidad Xalapa nunca ha sido fácil.

Sobre todo después de haber tenido alcaldes ineptos como David Velasco Chedraui o demasiado corruptos como es el caso de Elizabeth quien incluso acrecentó el desprecio ciudadano al hacer pública su vida privada, llena de claro oscuros, pasajes reprobables y bacanales con sus “Barbies”.

Así llega Américo a la alcaldía con cero pesos en las arcas para iniciar la nada fácil tarea de atender las demandas de más de 500 colonias necesitadas de todo, agua, luz, drenaje, pavimentación, recolección de basura, vigilancia y demás servicios.

Ello sin descuidar a la “Atenas Veracruzana” y sin perder de vista que la alcaldía de sí siempre está en el ojo del huracán por tener de vecino a unos metros –ni más ni menos- al gobernador del estado.

A Américo nunca la fue fácil alternar con Javier Duarte con quien al final solo mantuvo una relación institucional por no plegarse a sus abusivos mandatos salpicados de corrupción y con Miguel Angel Yunes Linares no le ha resultado nada fácil mantener el diálogo y acuerdos institucionales.

Los tiempos, sin embargo, reclaman nuevas acciones partidistas y la nueva tarea que habrá de enfrentar antes y después de que se publique la Convocatoria en noviembre que abrirá las puertas al nuevo candidato del PRI a la gubernatura.

Cierra pues el joven político toda una etapa de tarea administrativa municipal para iniciar una estatal al frente de su partido.

Deja la alcaldía en armonía y un ambiente de diálogo y cuentas claras con los morenos. Al iniciar la transición ante Hipólito Rodríguez le ha abierto las puertas de todas las oficinas para que cheque todo lo que se tiene que checar y se revise todo lo que se tiene que revisar.

A la base priista que labora en el ayuntamiento le ha pedido respeto y colaboración institucional, misma que ya fue puesta de manifiesta por el representante mayoritario de los trabajadores del mismo Rolando Ortega, quien adelanta que para la revisión contractual que habrá de llevar con el nuevo alcalde “cuanta con todo el apoyo institucional, sin cuatros, ni golpes bajos”.

Ortega no renuncia a su militancia priista, pero ello no será pretexto “para ponerle piedras a Hipólito Rodríguez ahora que inicie gestiones el próximo primero de enero”.

Américo por su parte habrá de entregar un breve interinato al doctor Carlos García Méndez, tal como lo marca la ley y el reglamento de la Ley General de la Administración Pública, y no a Michelle Servín, quien paga en medios para generar ruido como si los jalapeños la estuvieran esperando con los brazos abiertos luego del desastroso papel que jugó cuando estuvo al frente del DIF municipal y llevar una escandalosa vida con su pareja Elizabeth Morales.

En la capital hay memoria.

Al final del día se hará un balance y juicio final a Américo Zúñiga, hoy en el ojo del huracán de parte del fuego amigo que sabe, bien lo sabe, que llegará con la escoba a barrer con las “Reinis” y demás basura priista que llevó al fracaso a ese partido que perdió la gubernatura por primera vez en 87 años producto de sus malos gobernantes.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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