2018 y la figura de la reelección

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- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Todo poder excesivo dura poco.”  – Séneca.

Tras el pasado proceso electoral del 4 de junio, la carrera por la sucesión presidencial del 2018, así como las otras cuatro elecciones que habrán de enfrentarse en Veracruz, como parte de este proceso concurrente de elecciones a nivel nacional, son el ingrediente medular del escenario político.

Los actores, así como todos los partidos políticos de nuestro país operan ya sus estrategias en el afán de lograr alzarse con el mayor número de sufragios y victorias en cada una de las contiendas y entidades.

Así, en 2018, lo que algunos partidos políticos se juegan, no será solo su permanencia en la Residencia Oficial de Los Pinos -como en el caso del PRI-, sino, su viabilidad y registro, como el Partido Encuentro Social (PES).

Es así como muchos olvidamos que, tras la reforma de mayor trascendencia para el sistema político mexicano, publicada el 10 de febrero de 2014 en el Diario Oficial de la Federación se permitirá la reelección consecutiva de ciertos puestos de elección popular, algo inédito para la generación de mexicanos que forma parte del grueso de la población actual.

Con la reforma a la Carta Magna los artículos 59, permitirán la reelección de diputados y senadores; el 115, para los miembros de los Ayuntamientos; y el 116, donde se posibilitaría este beneficio a los integrantes de las legislaturas locales.

La justificación central de dicha reforma fue que, mediante ese procedimiento, se asegura una obligación compartida al ciudadano, para que asuma su potestad original e indeclinable de juzgar la actuación de los que fueron electos para, en su caso, prolongar su cargo basado en su capacidad, desempeño honesto y comprometido con las causas populares.

Ahora bien, cuantas veces podrán o deberán ser reelectos los que aspiren a ello, según quedo plasmado en el texto constitucional, los senadores tienen como limitante que podrán ser reelectos sólo por dos periodos, es decir, podrán durar en el encargo hasta por 12 años, en cuanto a los diputados federales se establece que sólo podrán ser electos hasta por cuatro periodos consecutivos.

La otra condición establecida por el Constituyente Permanente fue que la postulación de los servidores públicos que busquen la reelección sólo podría ser realizada por el partido político al que pertenecen o a cualquiera de los partidos integrantes de la coalición por la que fue postulado, salvo que hubieran renunciado o perdido la militancia antes de la mitad de su mandato.

Lo anterior cuenta con una finalidad bastante determinada: evitar que, al no recibir la postulación por el mismo partido político, el legislador decidiera cambiar de ideología sólo para contender y mantenerse en el puesto.

En un sistema como el nuestro basado en partidos políticos, se impone este filtro previo al ciudadano, para que pueda valorar la actuación del funcionario público, y se busca impedir una práctica recurrente y no exitosa, de políticos cambiando de siglas, cada que tienen un desacuerdo en las nominaciones de candidaturas.

Ahora bien, como se actuará en Veracruz, respecto a esta reforma constitucional que deja la puerta abierta, para que solo sean los integrantes de la Sexagésima Legislatura los únicos con posibilidad de reelección inmediata.

Las adecuaciones para ello, quedaron publicadas en el Decreto número 536, que apareció en la Gaceta Oficial el 9 de enero de 2015, por el cual se modificó el artículo 21 de la Constitución Política local, y en el que se establecieron las mismas condiciones para la reelección de los miembros del Poder Legislativo: un periodo máximo de elección de hasta cuatro periodos consecutivos, y la limitación en el tema de la postulación por el mismo partido o alguno de los integrantes de la coalición, si existiera, salvo la renuncia o pérdida de la militancia antes de que se cumpla la mitad del mandato para el cual fue electo.

Bajo ese criterio, sus actuales representantes populares, habrán de pasar a formar parte de ese selecto grupo de políticos que como en el Porfirismo se conocieron como los Científicos, quienes cumplían con dos características especiales, la longevidad y el número ilimitado de veces que habrían permanecido al frente de sus encargos.

Según Javier Garciadiego, investigador de El Colegio de México, quien retomó las estadísticas del profesor Mc Caa sobre el costo demográfico de la justa armada de 1910 apunto que: el costo social de la Revolución Mexicana fue de 2.1 millones de personas fallecidas, 1.4 millones por muertes extras (violencia y epidemias -500 mil fue por causas de la influenza española-), de las cuales 900 mil fueron hombres por estar más cercanos al movimiento armado y 500 mil mujeres; además 550 mil no nacidos y 200 mil personas emigraron.

A pesar de haber sido la reelección consecutiva del caudillo Porfirio Díaz la causa de tan sangrienta lucha, la reforma política dio por salvada todas aquellas limitaciones que en su momento representaron las no garantías que casi 80 años después de la conclusión del conflicto bélico se han salvado.

Según refiere la propuesta del diputado local priista Carlos Antonio Morales Guevara, presentada el pasado 13 de junio de este año, algunas de las tareas centrales de la política democrática de México se han cumplido: el desarrollo nacional de los partidos políticos; una creciente competitividad de partidos; una consolidación democrática en términos de alternancia; la creación y fortalecimiento de leyes e instituciones reguladoras de la competencia electoral. En un escenario diferente, puede discutirse de un modo distinto el tema de la reelección, y maximizar sus ventajas frente a lo que usualmente tiene ligado como elementos desfavorables.

Bien valdría la pena estudiar casos como el mismo Morales Guevara, joven, preparado, dedicado y formado bajo los principios y valores de un importante grupo político priista, identificado con el senador José Francisco Yunes Zorrilla, a quien parece se le continuarán alineando los astros para llegado el momento alzarse como el candidato al gobierno de Veracruz, por su partido político.

Ahora bien, usted, tendrá la mejor opinión, porque lo exhibido hasta ahora en la actual legislatura esboza casos donde los excesos, la falta de experiencia, e incluso los posibles actos de corrupción están ahí, latentes, sin terminar plenamente de comprobar, evidentemente habremos de comenzar a ver la danza de los diputados que pretenderán perpetuar sus carreras, ante lo que la revisión y escrutinio sobre sus comportamientos y desempeños será de suma importancia, para garantizar la correcta elección de aquellos que si cumplieron a cabalidad con su compromiso y su función.

Así pues 2018, y la reelección en puerta, habrán de dar mucha tela de donde cortar.

Al tiempo.

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