Le decía Jaime Rodríguez el Bronco, gobernador de Nuevo León a un reportero: «¡Oye, compadre! ¿Te puedes ir?, porque tengo el derecho de decidir a quién le puedo dar la información o no». Ahí está la mentira, porque el gobernador del estado tiene la obligación constitucional de informar a todos, no nada más a los que se le pegue la gana.
Para colmo el Bronco se puso a amenazar y a lanzar consignas en contra de los dueños de algunos medios; amenazó el gobernador de Nuevo León con demandar a los medios por decir mentiras. Pues ya se le volteó el chirrión por el palito al Bronco, porque ahora es él quien fue demandado ante la PGR por atentar en contra de la Libertad de Expresión.
La diputada Brenda Velázquez dijo que el Bronco «acusó, sin aportar pruebas, de cobrar por las notas que publica; aseguró, sin dar argumentos, que los reportajes de El Norte generan violencia; acusó de publicar mentiras sistemáticamente, sin aportar pruebas». A ver si con esto se le quita lo bronco y se pone a respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos, en especial el derecho a la información.
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