Las descalificaciones y la guerra de lodo siempre han acompañado al dueño absoluto de Morena. Ningún político ha despertado tanto encono en la clase empresarial y en la cúpula del poder como este líder izquierdista. El mérito de López Obrador radica en su postura contra la violencia; su experiencia del plantón en Reforma, años atrás, le dejó una valiosa experiencia. El tabasqueño sabe que se está enfrentado a una estructura muy poderosa y corrupta. Su postura ideológica atenta contra los intereses de los dueños del país.
Por eso, el encono y el enojo de los dueños de empresas a las que se les han perdonado altos impuestos. Por eso las cadenas de televisión lo han presentado como un verdadero «peligro para México» y se han esforzado para que su linaje y sus cachorros ocupen una curul en el Congreso.
Morena representa un verdadero peligro para sus intereses, saben perfectamente que, si AMLO llega al poder, a éste no le temblará la mano para reducir salarios altos y eliminar las onerosas pensiones a expresidentes. Y es que el líder de Morena ha dicho que, de llegar a ser presidente, eliminará de tajo la Reforma Energética y Educativa. Viéndolo de esta manera, AMLO sí es un peligro, pero no para México sino para los intereses de la clase gobernante que desagraciadamente ha sumido en la pobreza a más de 60 millones de mexicanos.
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