Emiliano Zapata, un cacique que se niega a reconocer la derrota

Daniel Olmos, padre e hijo, uno presidente municipal de Emiliano Zapata, y el otro diputado local FOTO: WEB
- en Opinión

Marco Antonio Aguirre Rodríguez / 

La CNC se queda con 22 de los 36 alcaldes del PRI

Héctor, ya no será el candidato del PRI al 2018 “a huevo”

De repente, y en apariencia sin que exista razón, el aparato del gobierno del estado se volcó hacia Emiliano Zapata, para tratar de arrebatarle el triunfo a Morena y a Jorge Mier, su candidato, que ganó aún contra todos los obstáculos que le pusieron.

Pero ¿porqué el interés en un municipio pequeño y hasta pobre?.

Emiliano Zapata, colinda con Xalapa y se ha vuelto un lugar en donde han surgido asentamientos humanos tanto de lujo como de precaristas. Se volvió la reserva habitacional de la capital del estado.

Hace 30 años Boca del Río era un municipio “dormitorio” porque sus habitantes nada más llegaban a dormir al mismo después de trabajar en el municipio de Veracruz.

Hoy Boca del Río es el principal centro turístico del estado.

Emiliano Zapata es un municipio que tendrá un gran desarrollo, tanto por lo habitacional, que ya se da, como porque en sus terrenos se asienta el aeropuerto de El Lencero, y la Zona Militar y el casi inexistente Complejo Industrial Xalapa.

Pero además, por Emiliano Zapata tiene que pasar el gasoducto, ese que ya fue aprobado y que es propiedad de los grandes capitales de Xalapa, y que seguramente será combatido por el próximo ayuntamiento capitalino; entonces si Emiliano Zapata también lo rebate, serán muchas las dificultades.

Por eso, y muchas cosas más, es que el gobernador Miguel Ángel Yunes, ese que no metió las manos en las elecciones, dejo que Rogelio Franco, su secretario de gobierno, sea quien se encargue de la batalla postelectoral para tratar de ensuciar los comicios y revertir el triunfo o hacer que se repitan las elecciones.

Hay que fortalecer el Miyurreinato, para poderlo heredar.

Quieren alterar los paquetes, para que en el recuento pidan que se anulen, y también están más que movidos tratando de comprar representantes de partido distintos al de Morena para que los apoyen y avalen en sus ganas de hacer el cochupo.

A los abogados y demás enviados para la lucha postelectoral en Emiliano Zapata, la verdad es que les importa menos que un comino Daniel Baizabal, el candidato de la coalición PAN-PRD, quien ya pactó con el presidente municipal y el diputado por ese distrito, ambos de nombre Daniel Olmos, y con Rogelio Franco, que al principio no sólo lo impugnaron, si no que hicieron todo por tirarlo.

Pero los intereses son más grandes que los enconos.

Esto es sólo una muestra de porque un municipio tan pequeño –en apariencia- es el que están peleando con más fuerza.

LA CNC SE QUEDA CON 22 DE LOS 36 ALCALDES DEL PRI. El líder estatal de la CNC, Juan Carlos Molina Palacios, durante todo el proceso electoral se dedicó a recorrer el estado, sobre todo apoyando a sus candidatos.

Y le fue bien, al menos con los que puede presumir, los del PRI.

Porque tuvo otros triunfos con otros partidos, pero esos no los muestra.

De los 36 triunfos del PRI en alianza con el PRD, 20 alcaldes electos se alinearon de inmediato con Juan Carlos Molina; de los 3 ayuntamientos que el PRI ganó sólo, dos presidentes municipales se colocaron en la misma fila.

22 munícipes de 39. Y no son todos, porque algunos que van en el mismo sentido no pudieron llegar, al estar esperando aún sus constancias de mayoría.

Así, ya autoidentificados, el dirigente de la CNC y los presidentes municipales electos se dirigieron el jueves a la Ciudad de México, tan sólo horas después de recibir su constancia de mayoría, para entrevistarse con el dirigente nacional cenecista Rubén Escajeda Jiménez, así como con autoridades de la Sagarpa y de la Secretaría de Economía.

El recorrido también fue para gestionar recursos para esos municipios y que se puedan tener lo más pronto al inicio de la gestión municipal. La concordancia para el trabajo conjunto, ya está en marcha.

Los alcaldes electos que hicieron el recorrido son: Jesús Antonio Picazo Gutiérrez, de Coyutla; Andrés Ramos Reyno, de Tamalín; Pedro Escamilla Jiménez, de Texcatepec; Abel Díaz Ponce, de Tempoal; Victoria Luis Calixto, de Tlalchichilco; Joel Molina Rojas, de Acajete; Sergio Fernández Lara, de Jilotepec; Alejandro Lino Cruz Romero, de Las Vigas; María del Carmen Cantón Croda, de Comapa; Antonio Cruz Hermida, de Ignacio de la Llave; Felipe Pineda Barradas, de Acula; Pedro Luis Vergara Galo, de Amatitán; Francisco Molina Arrioja, de Carlos A. Carrillo; Pedro Montalvo Gómez, de Omealca; Abel Cuevas Palmero, de Otatitlán; Christian Romero Pérez, de Tlacotalpan; Víctor Román Jiménez Rodríguez, de Naranjos Amatlán; Antonio Gómez Betancourt, de Ozuluama; Oscar Pimentel Ugarte, de Atoyac; Antonio Ramírez Itehua, de Astacinga; Gustavo Rosas Huerta, de Maltrata y Martha Tentzohua Sánchez, de Tlaquilpa.

HÉCTOR, YA NO SERÁ EL CANDIDATO DEL PRI AL 2018 “A HUEVO”. Héctor Yunes tuvo una declaración desafortunada: Si no soy yo el candidato al gobierno de Veracruz en el 2016 “desataré el infierno de ser necesario”.

El sería el candidato “a huevo”, dijo y lo consignó Atticus Licona.

Pero algo paso para que Héctor Yunes, senador por el PRI, guardara su puerta al infierno y en cambio entrase en su purgatorio, al presentarse junto con el también senador priista José Francisco Yunes en un café de Xalapa.

Ahí Pepe Yunes puntualizó que “el PRI no tiene dueños”, y cuando esto dijo, los reporteros voltearon a ver a Héctor Yunes, ¿porqué?.

Pepe Yunes añadió que su partido sigue vivo y actuante y que se mantenga en el panorama electoral lo demuestra. El PRI –puntualizó- tiene liderazgos regionales, sectores fuertes con presencia territorial y una militancia honorable, “por lo que nadie está por encima de ellos en la toma de decisiones”, enfatizó

Ambos senadores dijeron que se haría el análisis de los resultados de la elección municipal, “con la madurez para reconocer los daños causados al partido, pero entendiendo que el PRI no está muerto y que su fuerza política es valiosa. El PRI necesita unidad, cohesión y autocrítica después del proceso electoral”.

Ambos dijeron estar cercanos uno del otro, y los dos reconocieron que su similar está en la carrera por obtener la candidatura al gobierno del estado en el 2018.

Pepe Yunes dijo que ambos buscan generar las condiciones de unidad y de cohesión para que el PRI se mantenga como una opción viable para el electorado del estado de Veracruz: “Hay la mejor comunicación y el mejor ambiente con Héctor. No hay ningún tipo de confrontación, no la hay de mi parte con ningún actor político del Partido Revolucionario Institucional. Hay muchos con los que tenemos estilos diferentes de interpretar y de hacer política. Por fortuna, con Héctor hay una gran identidad y una total mesura y tranquilidad en esperar los tiempos del partido”, enfatizó Pepe Yunes.

Pepe Yunes ya tiene visto como quiere que el PRI designe a su candidato al gobierno del estado el próximo año: “me parece que quien tiene que determinarlo son las bases del partido, en un primer lugar, y las posibilidades de triunfo, en un segundo”.

Que bueno, porque el PRI ya no aguanta más imposiciones.

A menos que ya lo quieran desaparecer.

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