Uno de los detalles que más agrava el daño que los saqueadores cometieron en Veracruz, es que las cuatro dependencias con más acusaciones de corrupción y contratos con empresas fantasmas son las avocadas al orden de lo social. Estas son las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), Protección Civil (PC), Educación de Veracruz (SEV) y en el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Cada una de estas dependencias tenía la responsabilidad de responder a las necesidades de un sector vulnerable de la sociedad.
Particularmente en el DIF estatal la presidenta del patronato, esposa de Javier Duarte, Karime Macías, hacía alarde del apoyo que brindaba a los niños y a los adultos mayores. Ella tenía para sí un equipo personal de Comunicación Social que le tomaba fotos con los niños, los discapacitados y los adultos mayores.
Sin embargo, atrás de esta imagen de benefactora había una mujer indolente y codiciosa que buscó la manera de quedarse con los recursos que llegaban al DIF estatal para beneficio de esas poblaciones vulnerables.
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