Xalapa, Ver. Debido a la importancia que tiene la aportación cultural de las generaciones afrodescendientes, la diputada Yazmín de los Ángeles Copete Zapot presentó una iniciativa que reformaría el artículo 5 de la Constitución Política del Estado para establecer que corresponde al Estado, promover y proteger el patrimonio cultural y natural de las comunidades afrodescendientes radicados en la Entidad, para lo cual deberán implementarse las políticas públicas correspondientes.
Durante la cuarta sesión ordinaria, del segundo periodo de la LXIV Legislatura, la diputada indicó que de acuerdo a la Consulta para la Identificación de Comunidades Afrodescendientes de México realizada por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), identifica seis municipios representativos de Veracruz: Alvarado, Zongolica, Actopan, Cuitláhuac, Tamiahua y Yanga, los cuales concentraron tan solo un 4.2 por ciento de las 20 mil 828 que integraban Veracruz en el año 2010, es decir, 863 localidades.
Dijo que los afrodescendientes han sido apartados de los libros de historia local y abandonados de las políticas y programas de gobierno, pues no se adaptan a la narrativa oficial del “mestizaje” y el choque de culturas entre españoles y la población indígena.
Refirió que conforme a la Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México 2010, cuatro de cada 10 personas opinan que a la gente se le trata de forma distinta según su tono de piel. Por otra parte –añadió- cerca de 90 por ciento de la población no justifica insultar a las personas por su color de piel, pero 80 por ciento cree que las personas insultan en la calle por ese motivo.
La legisladora expuso que la encuesta intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2015, un millón 381 mil 853 mexicanos se autoreconocen como afrodescendientes o afromexicanos, lo cual equivale al uno punto dos por ciento del total de la población mexicana.
Recordó que en Veracruz hay presencia de estos rasgos culturales y ejemplificó el Carnaval de Coyolillo, en el que predomina la música como el son jarocho de Sotavento, los bailes, la comida y los nombres de varios pueblos como Mandinga, Matosa o Mozomboa, posiblemente derivados de antiguos palenques (lugares formados por esclavos que huían de las haciendas y de la esclavitud).
Esta iniciativa fue turnada a la Comisión Permanente de Justicia y Puntos Constitucionales para su estudio y dictamen correspondiente.