Dice los que saben que la alianza entre Ricardo Anaya, presidente del comité nacional panista, y Alejandra Barrales, presidenta del PRD, para las elecciones presidenciales del 2018, tiene la fuerza de un Tehuacán abierto desde hace dos días. Y es que el paso de Barrales por el partido del Sol Azteca pronto llegará a su fin, y en el caso de Ricardo Anaya, el fuego amigo lo puede desgastar, aunque la fuerza más recalcitrante del blanquiazul cerrará filas con la esposa de Felipe Calderón, y si se toma en cuenta que puede ganar la gubernatura de Nayarit, pudiera salir mejor librado que su homóloga del Sol Azteca.
El objetivo será parar a como dé lugar al presidente de Morena, que al parecer sigue repuntando en las preferencias electorales. Por eso no resulta sorprendente ver a los señores del poder de diferentes corrientes políticas convivir en eventos sociales, como la boda de la hija del líder petrolero Romero Deschamps.
Por esa razón, la élite política espera que Alfredo del Mazo gane la gubernatura ante Delfina Gómez, los resultados del Edomex (Estado de México) son vitales para la sobrevivencia de una clase política añeja y corrupta. Así que esté pendiente, dentro de 10 días se sabrá si el PRI tiene los días contados o emprende el vuelo como el ave Fénix.
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