Jorge Díaz Bartolomé / Inician las campañas en Xalapa y con ellas, la misma «actuación» de algunos candidatos que después de ofrecer su rueda de prensa de arranque de campaña, van al Parque Juárez a comer el taco para la foto, y la historia continúa, se retratarán abrazando a los viejitos, a la personas con capacidades diferentes, algunos visitarán los mercados para comerse la gordita y otros hasta una «limpia» se harán, acercándose a la gente de a pie, pero al final serán inalcanzables.
Lo cierto es que en sus visitas por el centro de Xalapa, no comentan que los mercados son una «bomba de tiempo» por su peligrosidad, ya que en su gran mayoría son plazas gastronómicas que no cuentan con las medidas de seguridad. Un reordenamiento del transporte público en las principales calles del centro, rehabilitando espacios urbanos, haciéndolos seguros e iluminados.
Xalapa como la ciudad mercantil que siempre ha sido, está agotando la oferta con la constante apertura de zonas comerciales, ya que no cuenta con industrias importantes que generen fuentes de empleo y derrama económica.
Una importante propuesta es que los ediles y las direcciones municipales deberán despachar en audiencias públicas permanentemente en las colonias marginadas de la ciudad para conocer de viva voz las necesidades y carencias de los servicios públicos en cada una de ellas. Como hemos comentado con anterioridad, los proyectos municipales siempre han sido con miras a la gestión en turno (nunca a mediano y largo plazo), originando con ello un rezago sostenido en la imagen urbana y vialidades de la capital veracruzana.
El tema cultural es una pieza fundamental para que la gente conozca su ciudad, la entienda, y por consiguiente la cuide. Participando siempre con propuestas canalizadas a las escuelas primarias y secundarias; Xalapa no va tener un cambio visible en los próximos cuatro años, pero sí podrá sembrar las bases para que en los próximos diez años pueda acercarse en lo más posible a una ciudad digna. Siempre buscando el origen de nuestra identidad.
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