Se desmorona el PRI

PRI
Partido Revolucionario Institucional (PRI) FOTO: WEB
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“El apresuramiento es padre del fracaso.” – Heródoto.

Vaya que las cosas andan mal y de malas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Veracruz, el otrora poderosísimo partido hegemónico se desmorona sin que nada, ni nadie, detenga su caída.

La guerra intestina de los grupos priistas al interior del partido ha comenzado a mostrar como lastimosamente la práctica de la antropofagia entre militantes es la muestra evidente de la falta de un liderazgo unificador.

Mientras las criticas le llueven a Renato Alarcón Guevara aun presidente del Comité Directivo Estatal, al punto tal, que la última presidenta de la Mesa Directiva del Congreso Local de extracción priista Octavia Ortega Arteaga lo ha calificado de “pendejo”, la militancia enardecida ha comenzado abandonar el barco.

El más reciente de estos casos es la renuncia de Sergio Pazos Navarrete a su militancia en Boca del Río, el ex candidato a la alcaldía en el pasado proceso electoral municipal, acusaría su salida a la imposición de Carlos Nosti, yerno del senador Héctor Yunes Landa, a quien la militancia boqueña, ya se lo quiere comer vivo por carecer de trabajo proselitista.

Aunado a ello, el manoseo constante en la elección de integrantes de distintos municipios ha causado todo un cisma que ya debiera comenzar a levantar los focos rojos de la dirigencia nacional.

Otro caso reciente se presentó en Xalapa, en donde incluso el candidato a la alcaldía Alejandro Montano Guzmán no se presentó al registro de su planilla ante el Órgano Público Local Electoral (OPLE), sin acusar motivo, aun cuando se ha deslizado por ahí, que sería su malestar por la integración de sus compañeros de formula.

La salida de Rodrigo Montoya de la misma es un duro golpe a la ardua labor desempeñada por el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, lo que abre más la brecha entre militantes.

Aunado a ello, la incorporación de cadáveres políticos protegidos del anterior régimen, vinculados al Fidelato y al Duartismo, marca por mucho, el buen papel que su candidato en Xalapa pudiera desempeñar.

A todo este escenario se suma el reclamo airado de la dirigencia de la Red de Jóvenes por México a la que literalmente le volvieron a tomar el pelo, y la dejaron fuera de todas las posibilidades y postulaciones, a pesar de así exigirlo el estatuto.

Los reclamos de la secretaria general de la Red de Jóvenes por México en Veracruz, Damara Gómez Morales, el pasado 12 de abril, exhibieron precisamente esa indiferencia que acusa la dirigencia estatal.

Se sabe que la actual delegada nacional del partido Lorena Martínez, simplemente no comulga con Renato Alarcón, lo que ha provocado un notorio malestar entre los militantes y simpatizantes.

Las renuncias seguirán en cascada, como de que no.

La crónica de una derrota anunciada esta en puerta, los resultados, hablarán por sí mismos, al PRI se le acabo la fuerza, y no precisamente de la mano izquierda, como afirmará el tema de José Alfredo Jiménez, sino, la fuerza en el terreno de las ideas, el PRI está herido de muerte, y no hay quien lo salve.

Al tiempo.

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