Armando Ortiz / Javier Duarte ha sido aprehendido y queda en espera de ser extraditado para ser juzgado por la justicia en México, queda también cumplida, en parte, la promesa de Miguel Ángel Yunes Linares, quien aseguraba que le iba a borrar la sonrisa a Javier Duarte una vez que quedara preso. La exigencia que ahora los veracruzanos le hacen a Miguel Ángel Yunes Linares es que los cómplices de Javier Duarte caigan también en la cárcel. Es necesario hacer ese reclamo porque Javier Duarte no hubiera podido actuar solo. En algún momento ya hablamos de las diferentes clases de cómplices que tuvo Javier Duarte. En primer lugar, sus amigos cercanos, esos a cuyo nombre puso una cantidad enorme de bienes inmuebles, esos como Moisés Mansur que hasta lo nombro beneficiario en su testamento. Pero hay otros que necesariamente deben ser llamados a cuentas, como Jaime Porres y José Antonio Bandín Ruiz, del grupo de los amigos, así como los familiares de Karime Macías, la que merece abundancia, quien puso a su parentela en los espacios administrativos donde se podía saquear con más facilidad al erario.
Mota y Spinoso deben correr la misma suerte que Bermúdez
El otro grupo de los cómplices de Javier Duarte es el de los subordinados. ¿Cómo saber cuáles serían los exsecretarios a quienes se debería investigar con más urgencia? La Auditoría Superior de la Federación señaló que las dependencias donde se habían advertido más irregularidades eran Salud, Educación y Seguridad. De esas tres dependencias salió el más descomunal saqueo, de dependencias sensibles, que debieron ocupar el dinero robado para el beneficio de los veracruzanos. ¿Quiénes fueron los responsables? El que fuera secretario de Seguridad ya cayó en la cárcel y se le sigue un proceso que se irá ampliando conforme se le vayan encontrando más cosas. Faltaría llamar a cuentas a Adolfo Mota, exsecretario de Educación y Edgar Spinoso, oficial mayor y responsable del inmenso saqueo en esa dependencia. Millones de pesos de programas que debieron ser aplicados para beneficio de los estudiantes veracruzanos fueron desviados mediante empresas fantasmas. No podemos conformarnos con que Edgar Spinoso devuelva un avión y unos cuantos millones de pesos para comprar con ello impunidad. Exigimos cárcel para estos dos saqueadores.
Anaya y Nemi deben correr la misma suerte que Bermúdez
Como responsables del saqueo, en la secretaría de Salud de Veracruz faltaría llamar a cuentas a Pablo Anaya, quien después terminara como mapache electoral. Él podría explicar muy bien por dónde inició el saqueo. El siguiente que debería ser llamado a cuentas es Juan Antonio Nemi, quien, y hace bien, sigue asegurando que es inocente, que él no se robó ni un solo centavo de una dependencia que nunca dejó de ser objeto de saqueo. El Sector Salud, incluso en tiempos de Nemi Dib, siguió teniendo observaciones graves por parte de la Auditoria Superior de la Federación que no se solventaron. De hecho, y eso lo demostramos, la Agencia de Investigación Criminal solicitó el 30 de julio de 2015 información sobre Nemi, y sobre otros sujetos como Carlos Aguirre, ahora prófugo y sobre Tarek Abdalá, a unas semanas de ser desaforado, así como del experto en bienes inmuebles, Pedro Solís, el administrativo de Toño Nemi. El exsecretario de Salud puede insistir en su inocencia si quiere, sin embargo, no puede cerrar los ojos y eludir su responsabilidad como lo pretende hacer en el caso del desvió de los 59 millones del Consejo Estatal de Seguridad Pública, donde él asegura que no manejaba el dinero de esa dependencia. Y uno se pregunta, ¿entonces para qué sirve ser secretario ejecutivo de dicho Consejo?
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