Desgraciadamente, la falta de sentido común e inteligencia de estos microempresarios uruguayos ha ofendido a más 130 millones de mexicanos, motivo por el cual la embajada de México en Uruguay tildó de «lamentable y deplorable actitud racista».
Seguramente levantando los hombros, los dueños del lugar señalaron que sólo hace referencia a una película de Quentin Tarantino y que en realidad no se quiso ofender a los mexicanos.