Francisco de Luna / Xalapa, Ver. Agua, barro y fuego, nombre del libro de gastronomía que contiene recetas de comida y bebidas de los pueblos indígenas del sureste del país mexicano.
Durante la presentación estuvieron Raquel Torres Cerdán y las autoras Claudia Hernández Hernández del Valle y Elva Macías.
La presentación de la obra de realizó en la Galería de Arte Contemporáneo ubicada en la calle Juan de la Luz Enriquez de la ciudad de Xalapa.
En la sala hicieron la presentación de la comida regional, las bebidas, postres, salsas «pues la comida sigue siendo una cohesión para el alimento de los habitantes del sur del país», expuso Raquel Torres quien se encargó de dar la introducción de la gastronomía.
Reconoció el trabajo de las autoras en los que participaron alumnos de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) quiénes hacen pasar de lo dulce a lo amargo, de los picoso a lo exquisito.
En el libro hay recetas de seis estados como Veracruz, Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco y Yucatán» en donde existen tres regiones de cocina» mismas que se han modificado por la demanda del turismo.
«El maíz sigue siendo tan antiguo como el hombre» refirió la presentadora quien destacó que la concina del sur se caracteriza por la comida indígenas como la maya y yucateca «base de la cultura culinaria de la península».
Dijeron que todas estas acciones se realizaron en torno a que la comida mexicana fue reconocida como patrimonio en 2010 con la finalidad de rescatar y difundir la variedad en las regiones del país.
El menú fue realizado por alumnos de la licenciatura de gastronomía de la UPAV. Entre los cuales fueron: Sopa borracha por Veracruz; panuchos de Yucatán; plátanos rellenos por Tabasco; queques de coco de Quintana Roo; mousse de camarón con totopos por Campeche.
Tamal untado por Chiapas y agua de horchata. También ofrecieron bocadillos y postres de las regiones de cada uno de los estados que incluyen recetarios en el libro: Agua, barro y fuego «la gastronomía mexicana del sur».
Este libro tiene 240 páginas en las que se incluyen variedades de platillos regionales.
Al final de la presentación se hizo la degustación de la comida. Hubo música regional, sonó la jarana y los zapateados en la sede cultural.
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