Una de las funciones con mayor relevancia social es la educativa, la educación escolar es el primer agente socializador de los hijos. Los padres saben que la escuela aporta a los niños conocimientos, habilidades, actitudes y valores; pero la función educativa más potente reside en la labor diaria de los padres y madres en casa. Es por ello que los padres deben generar un vínculo estrecho entre la familia y la escuela, los padres deben de considerar la escuela como el segundo hogar de los hijos.
Por esto es necesario que en el hogar se practiquen actividades para reforzar valores, hábitos y actitudes positivas que contribuyan al buen desempeño de los hijos e hijas, pero también es deseable que las familias apoyen el aprendizaje de los contenidos escolares.
Que los padres tengan contacto con sus maestros, que conozcan como los evalúan, que sepan cuáles son las estrategias de apoyo en las asignaturas que se les dificultan, que le hablen de sus logros y habilidades. El maestro debe ser el mejor aliado, no un ogro académico.
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