Si de veras los mexicanos están indignados con los gasolinazos y están hartos de la corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto, ¿por qué este hartazgo, no se refleja en la calle? La respuesta parecería muy complicada pero es muy sencilla: las clases populares no salen a las calles por dos razones, la primera implica a la burocracia y a la clase obrera, estos sectores no salen a las calles porque van al día, y además, los patrones inmediatamente descuentan la jornada al trabajador.
También existe una desconfianza en los líderes sindicales, la razón es por el timorato proceder para la defensa por los derechos laborales, éste es muy tibio, en muchos casos los sindicatos están sometidos a los patrones y a las autoridades. Ante esta situación, los trabajadores buscan otras alternativas para desquitarse o aplacar su coraje y frustración. Las elecciones electorales son una alternativa que los mexicanos han usado, votan en contra del gobierno al que consideran represor.
Hay un fenómeno de hartazgo. Encuestas recientes dicen que dos de cada tres personas estarían dispuestas a votar por fórmulas distintas. De manera que las autoridades de cualquier nivel de gobierno deben tomar en consideración estos factores.
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