En la sede del PRI nacional ya estaban listos para celebrar el día de la Candelaria con tamales y atole cuando de repente les llegó un olor a mierda, por lo que pensaron que andaba cerca Cuauhtémoc Gutiérrez, a quien acusaran de ser tratante de blancas. Pero no, no era ningún líder priista, ni Manlio Fabio ni César Camacho ni Enrique Ochoa ni Emilio Gamboa. Lo que sucedía era que el “travieso” de Arne aus den Ruthen, excity manager de la Ciudad de México había organizado un “pañalazo” en contra de la sede del PRI.
Él, junto con sus huestes, lanzó pañales de bebé usados desde la acera de enfrente en contra del edificio del PRI. Desde su cuenta de Periscope, den Ruthen trasmitió el “pañalazo” al tiempo que acusaba: «Les estamos devolviendo a los priistas la mierda que le dan al gobierno y al país. Esta mierda que le dan con su corrupción, con su impunidad y ahí están los ciudadanos, la brigada en esta protesta aventando pañales zurrados a los priistas».
Debido a esta acción, el Partido Revolucionario Institucional ya fue a poner una denuncia en contra de Arne aus den Ruthen como probable responsable de los delitos de pandillerismo, asociación delictuosa y lo que resulte de organizar esta acción incivil. ¿Y los tamales? Pues los priistas, acostumbrados a ese fétido olor, se los comieron.
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