Armando Ortiz / Después de muchas negociaciones finalmente la Universidad Veracruzana recibirá de parte del gobierno del estado el 2.58 por ciento del presupuesto de este año, es decir, unos 2 mil 631 millones de pesos. A esto hay que sumar otros 2 mil millones de pesos que la federación aporta a esta institución. Para ser justos la Universidad Veracruzana merece ese presupuesto y más. Sin embargo, ¿por qué le regatean los recursos a la UV? Por sus escasos resultados.
La Universidad Veracruzana está lejos de ser una institución de excelencia. La UV, gracias a los últimos tres rectores que la han esquilmado, apenas mantiene cierto prestigio en nuestro país, pero ha dejado de ser referencia en Latinoamérica donde está ubicada en el lugar 132 de las mejores universidades. De hecho a Sara Ladrón de Guevara le ha venido bien esta austeridad impuesta, pues con ella puede esconder su mediocridad.
Sara Ladrón de Guevara no es resiliente, no se sabe adaptar a la adversidad, a ella los golpes y sus miedos la derriban. Ya lo dejó demostrado cuando no pudo dar la cara por sus universitarios masacrados, ya lo dejó demostrado cuando no se animó a acudir a las manifestaciones que exigían, a su entonces amigo Duarte, el pago inmediato de la deuda que el gobierno del estado tenía con la UV.
Ahora señala que están en riesgo varios programas sustantivos de la universidad. ¿A qué programas se referirá? ¿A los viáticos para alimentación diaria en La Pérgola de sus funcionarios de quinta? ¿A los viáticos para viajes? ¿A sus becarios, hijos de funcionarios duartistas? ¿A sus planes médicos? ¿Al sueldo de sus “aviadores” VIP? ¿Al pago de sus investigadores que también cobran en otra dependencia?
Hace mucho tiempo que la UV debió aprender a optimizar, debió aprender a administrarse. Pero a esos funcionarios de rectoría les sobra desidia y les falta imaginación. Más de 4 mil millones de pesos no les alcanza, y si tuvieran 8 mil millones tampoco les alcanzaría, y si fueran 16 mil millones los seguirían dilapidando.
Este es un buen momento para que la Universidad Veracruzana se crezca al castigo, es buen momento para que en la UV dejen de ser importantes la rectora y sus funcionarios y empiecen a importar los alumnos y sus maestros. No me voy a cansar de decirlo, la universidad no es un campus, no es un edificio, no es una rectora, ni sus funcionarios, la universidad está en uno. En cada estudiante, e cada maestro, en la relación, la interacción y el intercambio de conocimientos está el origen de la universidad. Regresemos a esos orígenes.
Que no va a haber gasolinazo; como que todo es un ardid para subir aceptación de Peña
Señala Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal, que fuentes muy confiables del primer círculo de Enrique Peña Nieto ya le confiaron que no habrá gasolinazo en febrero. Dice el comentarista de noticias que dos factores influyeron favorablemente para que se tomara esta decisión: El peso se recuperó un poco y el precio del petróleo no se disparó. Pero ya ve usted cómo somos de desconfiados en este país, y ya andamos diciendo que el Gobierno Federal nunca pensó echar otro gasolinazo en febrero, que todo fue un ardid para que, una vez que se anunciara la cancelación del aumento, subiera la decaída popularidad de Enrique Peña Nieto. Nada más cheque la redacción del texto de Loret de Mola: «Sin ir más lejos, la pasada fue la mejor semana en un año para la moneda mexicana. En todo ese lapso no había repuntado como lo hizo la semana pasada. Ayer el peso tuvo su mejor posición frente al dólar en lo que va de este año». Como que le urge hacernos entender que la semana pasada el peso repuntó un poco y se vacía en tautologías.
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