50 días después, Tony Macías ríe

Macías
Tony Macías Yazegey FOTO: EL LIBERAL DEL SUR
- en Opinión

Mussio Cárdenas Arellano /

* La promesa incumplida de Yunes  * La reserva territorial no regresa a Coatza  * 315 años de cárcel al asesino de Rubén Espinosa  * El hambre del cuñado incómodo  * El ultimátum de Maryjose  * A punto de reventar la CEAPP  * El Cisne también goza  * CMAS: el perverso Silva Bache  * OPC y las firmas falsas

20 de enero de 2017

Sea en Villaflores o en Tuxtla Gutiérrez, fuera de Veracruz, Tony Macías goza de los yerros ajenos, intocable el suegro incómodo, inmune a la amenaza yunista que prometió, sin cumplir aún, que la reserva territorial de Coatzacoalcos volvería a ser del pueblo.

Hace vida social el empresario, cuya hija predilecta, Karime Macías Tubilla, casó con Javier Duarte, el ladrón que saqueó el erario, que forjó la quiebra, que entregó Veracruz a los cárteles del crimen organizado, y que hoy, con la complicidad de la PGR, logró huir.

Organiza, por ejemplo, el evento de la frailesca, congregando a la intelectualidad chiapaneca, a los grupos de poder, el gobernador Manuel Velasco Coello, su ahijado, a sus pies, mientras el asedio al duartismo en Veracruz aminora, se mimetiza con el yunismo, cogobiernan los rojos con los azules y asoma el desencanto social.

Van 50 días y de la reserva territorial de Coatzacoalcos nada. No regresa al pueblo. No se inicia una sola acción que haga efectiva la promesa de Yunes gobernador al tomar posesión —diciembre 1 de 2016— de recuperar los predios entregados por Fidel Herrera Beltrán a Jesús Antonio Macías Yazegey.

Ufano, Yunes azul decía que esa madrugada, horas antes de rendir protesta como gobernador, había instruido a las secretarías de Gobierno y de Finanzas y Planeación a proceder judicialmente, a iniciar los procedimientos legales “con el fin de recuperar las 60 hectáreas correspondientes a la reserva territorial de Coatzacoalcos que fueron indebidamente cedidas por Fidel Herrera Beltrán a Jesús Antonio Macías Yazegey, suegro de Javier Duarte de Ochoa, con un valor de mil millones de pesos”.

Y, enfático, agregaba haber “instruido a que se presenten las denuncias correspondientes contra el ex mandatario (Fidel Herrera) y todos los implicados en el caso”.

Aludía Yunes Linares al Parque Tecnológico Puerto México, el negocio de Tony Macías al que no le invirtió un peso, pagado vía fideicomisos, recibiendo recursos públicos, revendiendo la tierra y finiquitando la operación con una liquidación insólita de la que dio cuenta el cuestionado notario número 2 de Coatzacoalcos, Yohan Hillman Chapoy: cedió tierra, una porción del parque, que nunca fue suya porque no la pagó. Y Bancomer lo aceptó.

Retumbó la promesa del Yunes gobernador en el Congreso y se reiteraba la declaración de guerra. Iba por el suegro incómodo. Iba por el personaje que liga a Javier Duarte con Fidel Herrera Beltrán, el ex gobernador que inició el caos veracruzano, por la corrupción, por el endeudamiento, por el abuso de poder.

Hablaba Yunes Linares de 60 hectáreas. Son 69. Hablaba de proceder y recuperar para Coatzacoalcos y para Veracruz los terrenos robados por la fidelidad. Hablaba de aplicarles la ley. Ajá.

Refería que la fechoría de Fidel y su pandilla alcanzaba un daño de mil millones de pesos. Sí, en lo que toca a Tony Macías. Otras ventas, otros fideicomisos, incluido el del desarrollo inmobiliario, el del narcoempresario Francisco “Pancho” Colorado Cessa, dueño de la compañía ADT Petroservicios, suman a valor catastral 3 mil 800 millones de pesos.

Firme, investido ya como el nuevo dios, sentenciaba Miyuli que Fidel, Duarte y el suegro incómodo pagarían por el robo.

50 días después, la impunidad se impone. Que se sepa, no hay acciones legales ni pesquisas que conduzcan a llevarlos ante la justicia. 

Sólo verbo hay en el discurso yunista. Hay más rollo que verdad, implicados pero impunes los últimos dos gobiernos y algunos amigos del hoy gobernador de Veracruz.

Sumido en la inacción, su gobierno ni recupera la tierras ni procede contra el suegro incómodo de Javier Duarte. No actúa la Secretaría de Medio Ambiente, a la que se le encargó documentar el caso, conformar una alternativa legal, elaborar una iniciativa de ley que permita volver esas tierras a los bienes de Veracruz.

Nada tiene el yunismo como no sea la mentira y el engaño. Sábese que no han podido interpretar el voluminoso expediente del Parque Tecnológico Puerto México. Sábese que un despacho externo les armó la estrategia porque la incapacidad del séquito de Yunes Linares es de escándalo.

Intrincado, el caso toca a adversarios y amigos de Yunes Linares por igual, a los protegidos de Fidel Herrera y Javier Duarte y al circulo de la yunicidad.

Toca aristas filosas y zonas sensibles del poder. Implica a yunistas que hoy despachan en el gobierno de la alternancia y a empresarios y amigos ligados con Yunes azul. Son los Nachón y son los Lemarroy.

Erigió Tony Macías una planta industrial, la empresa Frutas y Verduras Asépticas de Veracruz (Fyvver), con dinero público: 84 millones de pesos. Y sigue en sus manos.

Adquirió los derechos de Fyvver a razón de 3 millones de pesos, pero al descubrirse el descomunal fraude armonizó documentos, pago de impuestos, aunque haya sido tan burdo que se aprecie el montaje en los recibos de pago para terminar simulando que cubrió el precio real. ¿O no notario Yohan Hillman?

En 27 escrituras se resume el atraco, el fraude fidelista, los fideicomisos con Bancomer, el financiamiento de Valfin, la mano de los notarios Juan Hillman Jiménez, el que fraguó el despojo desde sus días de director de Patrimonio del Estado, en 1986-88, hasta Yohan Hillman Chapoy, su hijo, el que extinguió el fideicomiso del Parque Tecnológico Puerto México, el negocio de Tony Macías.

INFORME ROJO tocó, el 2 de diciembre de 2016, un nombre clave: Enrique Nachón García, hoy en Invivienda del yunismo y antes en Invivienda duartista, suscribiendo documentos que le permitieron a Tony Macías apoderase de la reserva territorial de Coatzacoalcos.

Nación García —contaba INFORME ROJO— estampó su firma en documentos del despojo y hoy es de nuevo el regenteador de la tierra.

“Toca el caso a Enrique de Jesús Nachón García, duartista, designado gerente de Invivienda el 29 de enero de 2014, sustituyendo a Manuel Barclay. Hoy, Nachón, regresa al cargo en el gobierno yunista”.

O sea que los sátrapas de ayer son los impolutos santurrones de hoy.

“Otro caso es el de los Lemarroy, allegados al gobernador Yunes Linares. El 21 de octubre de octubre de 2008, Jacinto Rafael Lemarroy González le compra a Parque Tecnológico Puerto México un predio con valor de 6 millones 384 mil 598.50 pesos y ocho meses después, el 26 de junio de 2009 adquiere dos terrenos por 11 millones 36 mil 809.05 pesos.

“Si proceden las acciones legales contra Fidel Herrera y Tony Macías se caen todas las operaciones de compraventa realizadas. ¿También las de los Lemarroy?

“Fidel, Duarte, Tony, Marcelo, Barclay, Nachón, Arkitektur, Construplaneación, Pancho Colorado, Silvia Domínguez, Gustavo Sánchez Guerrero, todos implicados en el fraude con las reservas territoriales de Coatzacoalcos y Veracruz.

“Bendita sea la plenitud del pinche poder”.

Van 50 días y nada. Van 50 días y el yunismo se destiñe. Se incumple la promesa del gobernador. Se burla la palabra empeñada. Se frustra la justicia.

Van 50 días de yunismo y los partícipes del fraude con la reserva territorial —Nachón, por ejemplo— son los encargados de recuperarla y castigar el despojo. Suena demencial.

Tony Macías es una máscara. Fidel es el dueño real de la tierra, el que la da y la quita, intocable en los días de poder de Yunes Linares, pactando a trasmano, en las sombras, en el fango.

Van 50 días y Tony Macías, en su refugio chiapaneco, dispensa favores, convive con la intelectualidad de la frailesca.

Van 50 días y Tony Macías, en su feudo de Villaflores, no para de reír.

Archivo muerto

Dentro de 315 años, Abraham Torres Tranquilino volverá a ser libre. O sea, nunca. Fue sentenciado por el quíntuple crimen de la Narvarte, el homicidio del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, la activista Nadia Vera Pérez, la maquillista Yesenia Quiroz Alfaro, la modelo colombiana Milé Virginia Martín y Alejandra Negrete Avilés. Junto con otros dos cómplices, según la Procuraduría del Distrito Federal, les arrancó la vida en uno de los episodios más traumáticos para la prensa veracruzana, aquel 31 de julio de 2015. Rubén Espinosa, colaborador de Proceso, AVC y Cuartoscuro, vivió el asedio del duartismo, la represión y la amenaza, sintió en su piel los golpes del poder, y se fue de Xalapa. Vivió su exilio apenas unas semanas, su vida trunca en un hecho de violencia brutal. Abraham Torres Tranquilino hoy es condenado a 315 años de cárcel. Sus cómplices enfrentan aún el juicio que dirá si les irá igual. Nadie cree que haya sido por el robo de droga, como afirma la autoridad. Nadie cree que Rubén y Nadia hayan sido ultimados por un error, por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada. Rubencillo se fue de Veracruz y en la capital del país lo hallaron, lo encararon, lo volvieron a intimidar. Y le cortaron la vida. Hay autores intelectuales, hay una trama de muerte, hay un escenario de sospecha, hay grupos de poder que así acallan las voces libres. 315 años son más que una vida. Y eso no implica que a Rubén y a las otras cuatro damas se les haga justicia… Qué vida la de Víctor. Si quiere trabaja, si quiere se va. Se le vio, comelón, la mañana del viernes 19, a eso de las 10, en un restaurant de la avenida Revolución, junto a bar Los Dos Leones. Le acompañaba su esposa. Lo de menos es que le entre al taco. Lo inaudito es que es el jefe del Departamento de Padrón de Usuarios de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), y en horario laboral no se puede evadir. Por muy hermano que sea de primera dama, Cristina Cházaro Arrieta, cuñado del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, Víctor Cházaro no puede abandonar sus funciones. A menos que sea “aviador”, que cobre y no se pare por la CMAS de Coatzacoalcos. Con un salario de casi 40 mil pesos al mes, ni el cuñado incómodo puede faltar a su obligación. Mínimo que le levanten un acta. Testigos hay… Ultimátum de Maryjose Gamboa Torales a la CEAPP: en cinco días, máximo, debe entregar la lista de personal que será despedido, criterios aplicados para rescindir contratos, definir en qué consiste la reingeniería financiera. Embiste la diputada panista al secretario ejecutivo, Jorge Morales Vázquez, y le reprocha un presunto maltrato al personal, según audios que le hicieron llegar. En cinco días, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas debe entregar el informe. Ya Maryjose ha expresado que se analiza la posibilidad de desaparecer la CEAPP. Va desde aquí un adelanto de lo que pretende saber: se irán los empleados granujas que violan el reglamento interno, los que han usurpado funciones de los comisionados, los que han causado daño patrimonial a la CEAPP, los que carecen de probidad. Son en su mayoría duartistas, y si no lo fueran, incluso si fueran yunistas, también se deben ir por su falta de ética, por su vocación de espías, por su proclividad al delito y su tendencia a violentar la ley. Defender a rufianes de esa calaña es una aberración. Así Jorge Morales haya incurrido en algún exceso, si es que lo hubo, en nada atenúa las faltas de la contralora Liliana Arregui Hidalgo, al asignar incrementos salariales a espaldas de los comisionados. En cinco días tendrá su informe el Congreso de Veracruz y ya después que inicie el operativo para destituir al secretario ejecutivo, Jorge Morales, como finalmente será. Y que le sigan los comisionados por tratar de limpiar la CEAPP, echar al duartismo, incluso a los alfiles de Alberto Silva Ramos, aquel que se ensañó con Maryjose Gamboa cuando por un infortunio de la vida —el accidente en que murió José Luis Burela López por imprudencia del peatón—, fue detenida, encarcelada, negándole “Culín”, el entonces fiscal Luis Ángel Bravo Contreras su derecho a llevar su juicio en libertad por tratarse de un hecho imprudencial, y remitida al penal de Tuxpan donde los esbirros del Cisne le hicieron sentir lo que era el infierno… Mano dura, mente fría, Sergio Iván Silva Bache tiene un encargo siniestro: echar a los trabajadores de confianza de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos. Se irá más de la mitad del personal, unos 40. Y se van por las buenas o por las malas. Rufianazo, Silva Bache les dice que lo toman o lo dejan. Un empleado con más de 20 años de labor escuchó una jugosa oferta: 40 mil pesos de liquidación. Al negarse oyó algo peor: será investigado y obligado a devolver la compensación que se le pagó de más. Así, rendidos y ultrajados, los empleados salen de la sala de juntas de CMAS y se dirigen a la Junta de Conciliación donde otro abogado, formato en mano, concreta el despido. Silva Bache es enviado de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz. Es el mismo que aparece en la turbia operación con la que se fraguó el pago ilegal a la empresa Obras Portuarias de Coatzacoalcos, que tras perder el juicio que entabló hace años al serle anulada la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales en tiempos de Patricio Chirinos Calero, siendo Miguel Ángel Yunes Linares secretario de Gobierno, ahora se les paga una “liquidación complementaria”. O sea, OPC pierde el juicio y cobra gastos de abogados. Habrase visto semejante ratería. Siniestra la mano de Silva Bache en un ardid legaloide en que hasta se incurrió en falsificación de firmas…

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *