Si usted tiene dificultades para pagar la letra del auto, la hipoteca de la casa, la colegiatura de su hijo, los servicios de la casa y la gasolina del auto, tenga la seguridad que forma parte del más del 50 por ciento de la población de México que vive por debajo del umbral internacional de pobreza fijado por el Banco Mundial. Sí, no se sorprenda, si usted pensaba que era rico o parte sólida de la clase media, déjeme decirle que está equivocado.
La pobreza en México se mide en parámetros tales como la nutrición, el agua potable, vivienda, educación, atención de la salud, la seguridad social, la calidad y los servicios básicos en el hogar, los ingresos y la cohesión social según la definición de desarrollo social, las leyes del país.
En todos lados existen categorías, bueno hasta en la pobreza las hay, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) son cinco categorías: la pobreza moderada, absoluta, relativa, Coneval y extrema. Desde hace dos años, el gobierno de México estima que el 38 por ciento de la población de México vive en la pobreza moderada y el 0.1 por ciento vive en la pobreza extrema.
Y ahora, con los despidos laborales, los criminales aumentos de la gasolina y por ende el encarecimiento de la canasta básica, déjeme decirle que pronto varios profesionistas estaremos engrosando ese 0.1 por ciento de mexicanos que vivimos en pobreza extrema. Todo gracias al equipo brillante de políticos encabezados por Peña Nieto.
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