En Veracruz hay alcaldes de todo tipo, aquellos que son verdaderos servidores públicos y otros que llegaron al puesto para enriquecerse groseramente con los recursos que perteneces a su municipio. Los primeros podrían ser amagados por el crimen organizado y mostrarían resistencia, los segundos buscarían negociar con el crimen organizado para repartirse el botín del robo, secuestro, extorsión, venta de droga y hasta prostitución.
A los alcaldes que tienen vocación de servir y que se esfuerzan por sacar adelante a su municipio se les debería brindar el apoyo y la garantía de seguridad para que su municipio esté en paz. A los segundos, los que sólo buscan enriquecerse, se les debería investigar, se debería escuchar a la gente de esos municipios pues ellos saben muy bien quién está colaborando con quién.
A estos últimos alcaldes el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares les dice: «Si algún presidente municipal confía más en la delincuencia que en las instituciones del estado se está equivocando y está cometiendo un delito; vamos a proceder de manera muy severa en todos los casos, pero particularmente en los casos donde autoridades municipales pudieran estar involucrados en hechos de esta naturaleza».
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