¿Crisis financiera de Veracruz? No es lo mismo sufrirla en Zongolica que en Barcelona

Fidel Herrera y Javier Duarte FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Es indudable que en nuestro estado vivimos una crisis financiera realmente seria, resultado del robo indiscriminado, sistemático y programado de miles de millones de pesos del presupuesto de Veracruz.

Este robo, en cada peso y centavo, tiene nombres y apellidos, es consecuencia de doce años de ser gobernados por una banda de delincuentes. Dos administraciones que lastimaron y ofendieron de una manera no vista antes, a todos los veracruzanos. Porque todos los días somos testigos del saqueo inhumano del que fuimos objeto. Cada día vemos el desplante cínico de algunos de los miembros distinguidos de la fidelidad-próspera, incrédulos del cómo se declaran inocentes del saqueo o en una amnesia impúdica dicen no saber y sentirse engañados por quien consideraban su amigo.

Esta crisis no es resultado de turbulencias económicas externas, ni siquiera de problemas de administración de los recursos públicos, nada tiene que ver con el desempeño de la economía, tampoco ha sido ocasionada por un desastre natural, su origen es la fidelidad que absolutamente todo corrompió. No se salvó la salud, mucho menos la educación de los veracruzanos, ni siquiera dejaron por su vulnerabilidad a los pueblos indígenas. Tomaron todo, lo pudrieron en su estiércol e inmundicia, apostando que la impunidad les rendiría pleitesía.

Encontramos ahora que su ambición desmedida es responsable de la muerte de niños con cáncer, por la sencilla razón que les pareció posible piratear la medicina para su tratamiento. También somos testigos de su desalmada humanidad al robarse la educación y formación de millones de jóvenes veracruzanos por unas cuantas propiedades en el extranjero.

Todo este desplante de corrupción desmedida e inhumana es una muestra clara y descarnada de que no existen diques o controles contra la corrupción, mientras la ambición de unos cuantos compre las consciencias del resto.

Como esta crisis fue originada por un grupo de delincuentes, lo primero por hacer, antes de que todos tengamos que asumir el costo de sacar el estado adelante, debe ser la justicia, el proceder contra los delincuentes como principal objetivo de gobierno. Ninguno de los hasta ahora señalados soportan una compulsa de sus ingresos contra su inmenso patrimonio. Simplemente el sueldo como funcionario no permite comprar aeronaves, hoteles, residencias, vehículos y ranchos, ya sea el gobernador o el diputado más movido.

Cuando se trata de un desastre natural solo nos resta en nuestra impotencia, someternos a nuestro destino; en este caso, no se trata de impotencia, es encabronamiento y hastío. Debemos dejar bien claro que no estamos dispuestos a encarar nuestra desgracia mientras ellos en Houston, Barcelona, Madrid o Miami se carcajean de nosotros.

No es la crisis financiera de Veracruz, es la crisis que la fidelidad-próspera decidió hacer realidad por el simple hecho de ser posible. Por eso propongo que, para no lastimar más el bellísimo nombre de nuestro estado, a ésta se le denomine “Crisis Financiera de la fidelidad-próspera”.

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