Ranulfo Márquez Hernández no es ningún político improvisado; durante el fidelato, este funcionario era punto de referencia. Su colmillo retorcido y su lealtad al gobernador en turno lo mantenía en el ánimo del gobernador, sin embargo, Ranulfo Márquez sufrió en carne propia el desdén de Javier Duarte.
Se recordará que fue la propia Rosario Robles Berlanga, secretaria de Desarrollo Social, la que ordenara su despido cuando se descubrió el mal uso de los programas sociales federales, toda vez que Ranulfo nunca, jamás, estuvo en esa reunión y donde Salvador Manzur Díaz, secretario de Finanzas y Planeación, acuñara la frase de que los usuarios de esos programas sociales «son oro molido» para ganar elecciones.
Hoy Ranulfo Márquez ha recibido la mala noticia de que pesa bajo sus hombros una orden de aprehensión por delitos electorales de carácter federal. El amigo número uno de Fidel Herrera ha caído en desgracia, se encuentra más solo que nunca, no obstante, sabemos que el colmillo retorcido de este político lo puede sacar a flote.
No es la primera vez que Ranulfo Márquez enfrenta a problemas con la justicia por culpa de sus sucios amigos. Es cierto hay orden de aprehensión, ahora sólo falta que agarren a este político que tiene la piel más dura que un jabalí.
Comentarios