Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Al menos un millón de peregrinos llegan a la Basílica Menor de Xalapa durante los festejos de la Virgen de Guadalupe.
Así lo reveló el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, quien añadió que asistirán más de 2 mil peregrinaciones.
Este lunes 12 de diciembre, la Iglesia Católica celebra el 485 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.
«Millones de peregrinos en todo el mundo se estarán moviendo para visitar los santuarios, ermitas o capillas donde se venera la imagen de la morenita del Tepeyac», se lee en el comunicado dominical del Sacerdote.
También se tiene programada la llegada de 8 millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe, ubicada en la Ciudad de México.
Suazo Reyes subrayó que la imagen de la Virgen de Guadalupe es una muestra singular de inculturación, es decir, de armonización del catolicismo con las culturas de los pueblos.
«La gente peregrina y busca a María de Guadalupe para expresarle su amor, cariño y devoción, para honrarla como madre, pero también para suplicarle que interceda por sus hijos para que haya paz, empleos dignos, respeto por la vida, justicia, honradez y transparencia de parte de quienes administran los bienes públicos».
Por otra parte, el Director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa repudió la corrupción que ha imperado en la República Mexicana y ha sido muy notoria en la entidad veracruzana.
Sobre todo en el gobierno priista de Javier Duarte de Ochoa, quien es señalado por los delitos de enriquecimiento ilícito y vínculos con la delincuencia organizada, y buscado por la Procuraduría General de la República (PGR).
«La corrupción destruye las condiciones humanas para que las personas podamos estar y vivir alegres. La corrupción se ha robado la salud y atención de los enfermos, la escuela de los niños y jóvenes, el salario de los trabajadores y la pensión de los jubilados. La corrupción ciertamente no es un vicio exclusivo de la política; la corrupción tiene muchos cómplices y empieza muchas veces con cosas simples y pequeñas. Necesitamos educarnos en la honestidad», apuntó el católico.
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