¡Por fin! Hasta nunca

Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa FOTO: WEB
- en Avenida Principal, Carrusel

Señaletíca salidaLa pesadilla se acabó, la dupla Herrera Beltrán- Duarte de Ochoa pasarán a la historia como sinónimo de codicia y corrupción. Uno se encuentra prófugo y el otro en el exilio obligado; su futuro político quedó sepultado por más de un millón de votos.

Sus huérfanos políticos, una bola de aduladores, apenas van saliendo de la resaca, caminan con la vista hacia abajo, sus hombros caídos, son la viva imagen de la derrota, les duele saber que ya no podrán seguir trasquilando los recursos de los maestros, jubilados, empresarios, y comerciantes.

El primero de diciembre ha llegado y con él nace la esperanza de ver un Veracruz nuevo, una nueva expectativa, una manera diferente de gobernar. La sociedad veracruzana estará al pendiente; es más, se espera que se involucre y acabe con la indiferencia que tanto daño hace a las democracias.

Ojalá y hayamos aprendido la lección, no se puede ser indiferente ante la injusticia y no podemos cerrar los ojos ante la corrupción, es necesario hablar y denunciar.

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