Cínico es una palabra que viene de “perro”, es el apodo que se daba a Diógenes, quien vivía como un menesteroso. Pero también cínico es un calificativo que se usa para describir a una persona «que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas». Cínica es la palabra que define con precisión a Gina Domínguez, quien durante tres años del sexenio de Javier Duarte fue la vicegobernadora, la cómplice, la artífice de la represión en contra de muchos periodistas, la estafadora, la que se hizo de decenas de medios de comunicación incluyendo radiodifusoras, periódicos y portales informativos.
Y es que Gina Domínguez sale ahora a declarar que se siente sorprendida y triste por el saqueo cometido por su exjefe Javier Duarte. La señora Domínguez Colío dice que ella trató con otro Javier, con uno que tenía todo para hacer mucho por Veracruz. En pocas palabras, la Madame Gina niega a su cómplice, por quien tuvo que pagar cantidades enormes de dinero a sus “ginos” para que solaparan y encubrieran el desastre que el periodismo crítico día con día denunciaba.
El gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares tendrá que hacer un trabajo muy fino y minucioso para encontrar todas esas propiedades que Gina Domínguez ha puesto a nombre de otras personas; habría que preguntarle su versión sobre los 50 millones de pesos que le robaron de la caja fuerte de su casa; habría que preguntarle cómo es que llegó a tener tanto dinero en efectivo en su posesión.
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