Equipo de transición de Yunes, sin sensibilidad ni respeto a las formas

Transición
Equipo de transición del gobernador Yunes en la primera junta de la entrega-recepción FOTO: PRENSA GOBERNADOR YUNES
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Armando Ortiz / La mujer que encabezaba el grupo pidió hablar con el titular de la dependencia. Atrás de ella un grupo de sujetos miraba el edificio y hasta tomaba fotos. Mientras caminaban hacia la oficina del titular alguien dijo: “Están bonitas las instalaciones, ve escogiendo oficina, el puesto que quieras tener”. ¡Qué nacos!

Así se comportó un grupo del equipo de transición del gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares. Por cierto, en ese grupo sólo una de las personas que acudían a la dependencia está en la lista de transición que Yunes Linares diera a conocer semanas antes. Los otros eran simples acompañantes que seguramente el gobernador electo ni conoce.

Así están llegando de oficina en oficina, mirando a los empleados como si ellos también fueran cómplices de Javier Duarte, con esa arrogancia de perdonavidas; de quien tiene la espada desenvainada y la venia para cortar la cabeza de quien le venga en gana.

Algunos ni siquiera saben a qué oficina están entrando ni siquiera saben que existen normas que se deben seguir, formas que se deben respetar. Sólo falta que lleguen pateando la puerta como agentes federales, cateando cada oficina, enseñando el colmillo, su apetito insano, con ganas de quedar en un lugar donde haya, para cumplir ese dicho famoso: “No te pido que me des, sino que me pongas en donde haya”.

Se les olvida que el gobernador electo tiene el reto de marcar la diferencia, de erradicar de las oficinas de gobierno esas actitudes prepotentes y arrogantes. Se les olvida que la tarea más importante de este gobierno, que sólo durará dos años, es levantar al estado de Veracruz, es ayudar en lo que más se pueda para solventar este desastre que apenas nos está mostrando su rostro. Miguel Ángel Yunes Linares ha ido cumpliendo sus promesas, primero enjuiciar a Duarte hasta verlo en la cárcel y segundo lograr un gobierno real de cambio. Para ello se requiere sacrificio, se requiere trabajo, se requiere voluntad. Lo menos que necesita Miguel Ángel Yunes Linares es una banda de arrogantes que llegue a cada dependencia con calidad de altezas.

Yunes Linares dio a conocer a su equipo de transición, un grupo de personas que seguramente tienen su aprobación. Habría que avisarle a Yunes Linares que cada uno de esos personajes de transición se está haciendo de una “bandita” de cretinos que como buenos arribistas ya están buscando la mejor oficina, el mejor sillón, la mejor vista, el mejor puesto y el mejor sueldo. Ya se están vislumbrando algunos rostros, que pronto daremos a conocer, de personajes que participaron de la corrupción durante la “docena trágica” y que van por una segunda oportunidad.

Por supuesto Yunes Linares no conoce a esa bandita de aduladores que acompaña a cada sujeto de la transición, no sabe de qué lugar provienen, sus antecedentes, sus mañas. Sin embargo nos llegan informes de que lo primero que están mostrando es su hambre, sus ganas de estar en un espacio donde puedan pasar estos dos años sabáticos, recibiendo dinero sin hacer absolutamente nada.

Uno de los errores más graves que cometió Javier Duarte durante su gestión fue no escuchar a la prensa crítica, es mismo error lo cometió, si es que de verdad fueron engañados, Flavino Ríos y Gómez Pelegrín. La prensa crítica desde el primer año del gobierno de Javier Duarte estuvo advirtiendo del peligro que corría el estado con un gobernador inexperto y codicioso. Antes que escucharnos, Duarte nos atacó. Esperemos que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no cometa el mismo error.

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