¡Hey familia!, danzón dedicado para Miguel Ángel Yunes y diputados de su partido que le acompañan. Tal pareciera que las modificaciones del artículo 31 de la Ley que rige al Poder Legislativo llevan dedicatoria. Durante el tiempo que estuvo Juan Nicolás Callejas Arroyo, la responsabilidad de presidir la Junta de Coordinación Política recayó en este oscuro personaje. Hizo y deshizo a su antojo: contrató, compró y pagó sin que absolutamente nadie le pusiera un alto.
Llegó al grado de contratar a su propia hija para que ésta se hiciera cargo de la galería del Congreso del Estado, desde luego con un oneroso salario. Por eso no dudamos de que exista un grueso expediente sobre las tropelías de este Cacique romántico, que puede ser usado más adelante.
Y es que la intención de este disminuido personaje es que la responsabilidad ahora recaiga en los coordinadores de los tres grupos legislativos que cuenten con el mayor número de diputados durante plazos proporcionales a su representación, de acuerdo al orden decreciente de diputados que los conformen.
En otras palabras, el viejo líder quiere que le presten tantito el balón al inexperto coordinador de los diputados del PRI, o sea, a su hijo, producto del nepotismo oficial que fenece. ¡Vaya que se quiere pasar de listo de este señor! No por algo el gobernador entrante lo llamó «una rémora del sistema».
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