Los maestros le pasaron la factura a Juan Nicolás Callejas Arroyo

Callejas
Juan Nicolás Callejas Arroyo FOTO: WEB
- en Opinión

Luis Ortiz Ramírez /Soy el jefe de jefes señores, y decirlo no es por presunción,  muchos grandes me piden favores,  porque saben que soy el mejor.  Han buscado la sombra del árbol para que no les dé duro el sol”. Jefe de jefes (Tigres del Norte)

El  Jefe de jefes, el fiel de la balanza, el más grande generador de votos, el dueño de la mejor aplanadora magisterial, la mano que mecía la cuna, el poder tras el trono. Vaya que sobraban los calificativos para referirse al oriundo del Pato, Nautla, Juan Nicolás Callejas Arroyo.

Su voz era autoridad, era una Elba Esther Gordillo, en versión machista, muchos maestros sufrieron sus desplantes y enojo. En contraste sus incondicionales, sus inspectores, sus viejos directores, sus chichifos, que a pesar de tratarlos con mano de hierro, no se separaban, total, querían estar donde se partía el queso.

Uno de los logros de Callejas Arroyo, fue que logro agrupar a los “Institucionales”, maestros perdedores de una corriente política elbista. Cuando esta corriente perdió ante el Equipo Político, brazo político de Callejas, llegaron con la cola entre las patas al besamanos. Hoy, gran parte de esa  la estructura añeja y desgastada ya se ha jubilado, otros siguen laborando como fantasmas.

Tal vez por sus orígenes humildes, Callejas, busco a como diera lugar el poder, y cuando lo encontró no lo quiso soltar.

Prueba fehaciente, es que durante más de 30 años se enquisto en la estructura de la SEC, actualmente SEV. Por sus manos pasaron miles de plazas, (por eso es el “Señor de las mil plazas”).

Hoy su voz ya no asusta, ya no ruge, solo son peroratas que nadie cree, el control magisterial ya no existe. Es un hecho que este cacique magisterial, tótem de la corrupción ya no controla ni su propio esfínter.  El poderoso guía moral de la Sección 32, el gurú de varios gobernadores, hoy solo es ser solitario en el congreso local, es un personaje de una tragicomedia que no controla ni a los diputados de su propio partido.

Ya no suena en los  equipos de sonido, el corrido de Los tigres del norte, Jefe de jefes, canción que no podía faltar en reuniones con la élite magisterial. Las reuniones previas entre los miembros del comité ejecutivo local, para mocharse para el regalo del “Jefe”, eran comunes. Las cajas de cerveza y barbacoa ocupaban un lugar importante, total, la base con eso era feliz. Chupe y comida de gorra, compensaba el  viaje de Xalapa al Corsario.

Sus discursos de tinte socialista, cuando eran escuchados por primera vez, convencían, regularmente decía,”hemos viajado a la luna y conquistado el espacio, pero el maestro aun da clases en pupitres viejos y aulas sin piso”, sin embargo después de dos veces, ese discurso se hacía hueco y vacío.

Todo pintaba de maravilla en su mundo de caramelo, el esperpento llamado Fidel Herrera, su copia barata, Javier  Duarte, le allanaron el camino para afianzarse como chinche  a la SEV.

Trámites, plazas, horas semana mes, cambios de adscripción, ascensos, cargos en la SEV, concesiones de cafeterías escolares, obras en espacios educativos, y algunos hasta fueron proveedores de material y servicios. Todo pasaba por las manos del “Tigre”.

Pero lo que se podía conseguir en el kilómetro 4.5,  solo eran la punta del iceberg, lo que realmente importaba era el  poder político.

Gracias al control piramidal sobre los maestros, Callejas lograba convencer a los gobernadores, lo hicieron 5 veces diputado, sin tener que hacer campaña, total, para eso estaban los maestros pinta bardas. Desde luego que las regidurías y sindicaturas tenían un precio, sometimiento y abyección total al líder.

Pero algo se escapó en la mente de este avezado líder, su confianza y fuerza menguó con la aparición  de una Reforma Educativa que vino como proyectil contra la base charril del SNTE.

Varias voces se alzaron desde el interior del propio sindicato, los hijos de los propios líderes  salían a las calle a defender lo que el SNTE no hacía.

En Veracruz, connotados maestros de carrera, abandonaron las filas de la sección 32, es cierto que seguían afiliados y descontándoles sus cuotas sindicales, pero su entrega y confianza ya no estaba en la persona de Juan Nicolás Callejas Arroyo.

Su única tabla de salvación, era la victoria del candidato del PRI. El 5 de junio se selló el destino de este gigante de hierro, los maestros, la verdadera fuerza del SNTE, le dieron la espalda.

La derrota de su partido le recordó que a pesar de su supuesta fortaleza y dureza, tenía los pies de barro. Los maestros finalmente le pasaron la factura, ni su recomendada, Paty Peña llegaría al congreso, vaya, ni su hijo ocupara un puesto relevante, se tendrá que conformar con su curul.

Hoy solo se ve en el congreso local la figura de un personaje desacreditado por sus propios maestros, maestros, que años atrás le aplaudían sus desgastados discursos.

Al finalizar el oscuro y ennegrecido sexenio de la muerte de Javier Duarte, ya no hay futuro político para este jorocon sindical. Su pleito con Yunes Linares, es una dura loza para el viejo líder.

La mullida y acojinada silla del Congreso que tanto le gustaba a este envejecido líder, la tendrá que cambiar por una silla playera, su oficina la tendrá que canjear por el cuarto de juguetes de sus nietos. Ojala y lo entienda. Los maestros veracruzanos se lo merecen.

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