Al cuestionarle sobre las medidas que pensaba tomar para que México construyera el muro fronterizo, el magnate inmobiliario respondió: «En primer lugar, México no va a construir, nosotros vamos a construirlo», y recordó el déficit comercial que los Estados Unidos sostiene con nuestro país, que ronda los 58 mil millones al año.
Sin embargo, en ese momento el periodista Woodward le recordó el estado de soberanía que cuenta México: «Son una nación soberana. ¿Cómo se puede convencer a una nación soberana que dice que no quieren pagar? Si dicen que no, ¿estaría dispuesto a ir a la guerra para pagar por este muro?»
Y Trump al verse sin argumentos para sostener su idea inicial, no tuvo más remedio que recurrir a los madrazos: «Créeme, cuando rejuvenezca a nuestros militares, México no querrá jugar a la guerra con nosotros, qué te puedo decir, no querrá jugar a la guerra con nosotros».
¿Debemos preocuparnos esta situación?, por supuesto, el peligro que corre México al lidiar con un presidente bravucón debe poner en alerta a nuestro gobierno que, sin medir las consecuencias, invitó a este loco a la casa de los mexicanos y ponernos de pechito contra una de las naciones más fuertes del mundo. Ahora Peña Nieto debe lidiar con una posible guerra en nuestro país, como si no tuviéramos ya suficientes problemas.