Y como un balde de agua fría cayó en Los Pinos el rechazo que le hiciera la candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton, a la invitación de Peña Nieto de visitar nuestro país antes de las elecciones de noviembre en el país del norte. Bien podemos decir que se trata de un ridículo más del presidente mexicano, quien no da una y cada ve reducida su popularidad y aceptación de manera exponencial.
Lo anterior después de una entrevista que le hicieron en el programa Good Morning America a la que busca ser la primera mujer en llegar a la Casa Blanca y que será transmitido de manera íntegra el día de mañana. Clinton aseguró que por el momento va a «continuar enfocándome en lo que estamos haciendo para crear empleos aquí en casa», que no tiene intención de buscar acercamiento con mandatarios, pues esa es una labor que se tiene que realizar después de ganar la elección presidencial.
También criticó el encuentro entre su adversario, Donald Trump, y el mandatario mexicano, señalando que con esa reunión sólo se provocó un incidente diplomático entre ambos países. Sin lugar a dudas, Hillary trata de no caer en un juego de provocaciones con Trump, quien es experto en sacar provecho de estas situaciones y que quedó demostrado al regresar después de esa desatinada visita a invitación del gobierno mexicano.
Ahora el Gobierno Federal seguirá siendo la burla mundial, gracias a que los asesores y analistas políticos de Los Pinos no midieron el impacto que provocaría la visita del enemigo número uno de los inmigrantes en los Estados Unidos. Otro ridículo para Peña Nieto, ahora la pregunta es ¿cuántos más quedan por delante?, porque es un hecho que éste no será el último, de eso estamos seguros.
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