¿Por qué despacha Duarte en el aeropuerto?

Demente
Emiliano Zapata, Ver. En angar del Gobierno del Estado en el aeropuerto de El Lencero el gobernador Javier Duarte de Ochoa acompañado por el secretario de Seguridad Pública, José Nabor Nava y el secretario de gobierno, Flavino Ríos Alvarado dirigió un mensaje a los veracruzanos sobre los hechos ocurridos en el municipio de Alto Lucero FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Todo poder excesivo dura poco.” – Séneca.

Hace cerca de un mes que nadie despacha en Casa Veracruz, los vecinos de la Colonia 2 de Abril en Xalapa, ha evidenciado un notorio descenso en el tráfico y movimiento de unidades, la ayudantía responsable del resguardo e integridad del gobernador del Estado de Veracruz, han desocupado las banquetas y las calles aledañas, las cuales se apropiaban y no dejaban que nadie caminará por ahí, resultado de ese temor a esa policía que marco la presente administración, como la responsable de un binomio indisoluble de complicidad que ha dejado convertido al estado en un campo santo.

¿Pero porque se fue el gobernador Javier Duarte de esa propiedad? ¿Acaso el temor por una presunta detención lo ha movilizado a otra oficina? Las preguntas simplemente saltan a la vista.

De buena fuente tenemos confirmado, que mientras el titular dejó Casa Veracruz, se comenzaron adecuar carpas en el interior del Aeropuerto “El Lencero” para que toda la ayudantía que le resguarda, logrará acomodo y estuviera al servicio del ejecutivo.

Mientras tanto, el mandatario se traslada todos los días al Rancho “El Faunito” ubicado en Fortín de las Flores, en donde se aísla, bajo la presión que le ejerce la Presidencia de la República y todas las instituciones del Estado Mexicano en su contra, pues no existe una dependencia que no tenga un conflicto, investigación o proceso abierto en contra de Veracruz.

Ante ello, Duarte despacha a cuerpo de rey, desde su despacho en el aeropuerto, listo para despegar, esa fue la instrucción dada a sus colaboradores, so pena de pagar en carne propia alguna posible filtración, como ya lo revelará la destacada periodista, Claudia Guerrero.

Más reciente aun, el portal de Internet “Política al Día” que dirige el economista Francisco Licona reveló que este viernes, se dio un extraño encuentro, entre funcionarios y exfuncionarios del gobierno Duartista, precisamente ahí en el Aeropuerto El Lencero.

Según releva la sección “Política Express” del referido portal: “Durante más de dos horas el Gobernador Javier Duarte se reunió la tarde de ayer viernes en el aeropuerto de El Lencero con funcionarios y ex funcionarios de su Gobierno. No se sabe el tema pero es probable que hayan sido asuntos contables y financieros pues se convocó y estuvieron presentes los diputados federales Adolfo Mota, Edgar Spinoso y Noemí Guzmán. De los que cobran en la nómina estatal estaban Flavino Ríos, de SEGOB; el Subsecretario de SEGOB, Genaro Mejía; el Contralor Ricardo García Guzmán; el ex director del DIF, Antonio Nemi; así como la actual directora, Astrid Elías Mansur; el ex secretario de Protección Civil, Ranulfo Márquez; Arturo Jaramillo de León, Subsecretario de Sefiplan; Vicente Benítez y Juan Manuel Del Castillo, diputados locales electos.”

Lo primero que salta a la mente, es cuestionarnos ¿de que hablarían en este conclave? ¿Acaso se estará comenzando a maquilar un plan para una salida urgente, ante el inminente alcance que le está dando la federación, vía su brazo ejecutor, traducido en el Sistema Administración Tributaria (SAT)?

Ese SAT, que es el instrumento empleado para hacer caer a todos los que se convierten, por una razón u otra, en enemigos del Gobierno de la República.

Quizá por ello Javier Duarte comienza a comportarse como Venustiano Carranza, ese expresidente de México que erigió en Veracruz la capital del país, con una intensión perversa en el fondo.

Fernando Benítez, en su novela “El rey viejo”, menciona estas palabras de Venustiano Carranza: “No hay un gran mexicano que no haya sido un fugitivo. Los mejores han vivido errantes, no una semana o dos, sino años enteros, y al final ellos fueron los victoriosos. Cobre usted ánimo. Nada se nos da regalado. Todo hay que conquistarlo con fe y con sacrificio. ¿Recuerda usted a Benito Juárez? Durante meses anduvo en el desierto medio en un coche desvencijado, traicionado por sus amigos más íntimos. Y venció. Nosotros venceremos también si sabemos endurecernos contra la adversidad”.

Y es que instalarse y despachar desde el aeropuerto a todas luces suena descabellado e ilógico, siendo el jefe de las instituciones del estado de Veracruz, no existen razones para ello, teniendo un Palacio de Gobierno para cumplir con esa función.

¿Será acaso que el gobernador de Veracruz pretende convertirse en el Venustiano Carranza del estado?

Tan solo recuérdenle que a Carranza fracaso por pretender huir del país con el tesoro nacional, no vaya a ser, que el mandatario intente construir su escape de la justicia instalándose en el aeropuerto y con ello, evadirse de toda responsabilidad.

Al tiempo.

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