Recuerdo hace nueve años a un tipo deleznable llamado Eduardo Ruiz Healy, hermano de Juan Ruiz Healy, de tan mala memoria y padre de un joven que se suicidó, se dice que no precisamente por razones sentimentales. Este sujeto, desde su programa en Radio Fórmula, la ramera del calderonismo, acusaba a López Obrador de ser un mal gobernante. Las cosas no le estaban saliendo bien a Calderón y este sujeto se atrevió a decir que no andaban bien las cosas, pero que seguramente si AMLO gobernara el país las cosas irían peor; ¡qué poca madre de tipo!
Afortunadamente de ese tipo ya nadie se acuerda y sin embargo López Obrador, a pesar de la encuesta de Reforma, va a la cabeza de las preferencias para presidente en el 2018. Sin embargo, sus adversarios están utilizando la misma artimaña vil de ese pseudocomunicador, apostando a que el país va mal, pero que si López Obrador gobernara el país, ya seríamos como Venezuela.
Pobres insulsos, si México ya es una referencia de desastre y de mal gobierno en el mundo. No el mismo papa Bergoglio se lo dijo a los argentinos, que Argentina podría “mexicanizarse”. Así es el miedo que tienen muchos de perder sus privilegios, miedo a que llegue alguien y demuestre que las cosas sí se podían hacer bien, miedo a quedar en el ridículo y en la ignominia.
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