El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, acudió acompañado de un grupo de diputados locales, federales y funcionarios de su gabinete, entre ellos Harry Grappa y Xóchitl Adela Osorio, para presentar una denuncia por enriquecimiento ilícito en contra de Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo de Veracruz.
De Javier Duarte, en su loca huida, todo se puede esperar, pero uno se pregunta, ¿todavía hay políticos, funcionarios o retrasados mentales que le sigan el juego a este orate? Duarte se siente acorralado. Sabe que sus intentonas de denuncia no tendrán ningún efecto, pero sólo quiere hacer show mediático, justo en el día que Yunes Linares presentó el Comité Rector del Plan Veracruzano de Desarrollo.
Habría que llevar lápiz y papel para anotar a todos esos insulsos que se prestan para las maquinaciones locas del gobernador. Llama la atención que este sujeto que se quiso pasar de listo con su declaración 3 de 3, ocultando información, pero muy digno se presenta a acusar a otro. Como quien dice, mira la paja en el ojo ajeno, pero no la viga que hay en el suyo.
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