Por todos lados se encuentra acorralado Javier Duarte; todo mundo lo investiga. Cuando no es Hacienda es la ASF o la PGR. Ahora, mientras el gobernador de Veracruz trata, con muy malos resultados, de deslindarse de las acusaciones que hacen en su contra a través de su cuenta de Twitter o dando conferencias de prensa, donde muestra su pequeño patrimonio ganado con el sudor de su frente durante estos 12 años, un nuevo escándalo sale a la luz pública gracias a un reportaje del periódico Reforma.
En dicha investigación periodística, Reforma asegura, con pruebas en la mano, que el director de Catastro y Valuación de Veracruz, Domingo Yorio Saqui, miente a la PGR con el informe sobre las propiedades de los supuestos prestanombres del gobernador Duarte —muchos de ellos familiares del mandatario y su esposa— puesto que ocultó información sobre algunas propiedades en exclusivos fraccionamientos de la ciudad de Boca del Río y Veracruz.
Este medio de circulación nacional ha logrado tener acceso a las escrituras de por lo menos cuatro propiedades a nombre de la cuñada de Javier Duarte, la señora Mónica Ghihan Macías Tubilla, y de su concuño José Armando Rodríguez. Se tratan de tres propiedades en la Torre Pelícano en la ciudad de Veracruz, con escrituras notariadas por Joaquín Tiburcio García y que ya están en proceso de investigación por parte de la PGR.
También la Procuraduría solicitó información a la oficina de Catastro sobre los inmuebles de la empresa Azura Sociedades Unidas, representada por David Alejandro Osorio, sobre todo de una propiedad en el exclusivo fraccionamiento de Costa de Oro, con dimensiones de cuatro mil 756 metros cuadrados y un valor aproximado de 63 millones 850 mil pesos.
Tal parece que esta historia de corrupción no está ni cerca de concluir; la PGR tiene 69 nombres de supuestos cómplices de Javier Duarte y siendo tantos los señalamientos en su contra, y tantas las pruebas que sostienen una hipótesis de enriquecimiento ilícito, que se ve su futuro bajo la sombra.
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