En el mundo de la política, el ser humano debe de andar con pies de plomo, algunos dicen que es al arte de «comer sapos sin hacer gestos». Aquí la axiología y los principios salen sobrando. No existen amistades genuinas, todo se basa en amarres e interés. Los zorros más viejos aconsejan que en el mundo de la política no hay que fiarse nunca de los amigos, porque le traicionan a uno con mayor rapidez, porque sienten envidia con facilidad y llegan a convertirse en unos mimados tiránicos.
Por eso algunos aconsejan que se debe contratar a los enemigos, puesto si se contrata a un antiguo enemigo, éste será más leal que un amigo, porque tiene más que demostrar. De hecho, hay mucho más que temer de los amigos que de los enemigos.
Si no se tienen enemigos, hay que encontrar la forma de granjeárselos, aconsejan. Bueno, eso sugieren algunos políticos de viejo cuño en lo referente al mundo de la política. Sería bueno observar si Miguel Ángel Yunes Linares, nuevo gobernador electo, selecciona o tiene interés alguno de reciclar o buscar algún garbanzo de a libra dentro del maltrecho PRI.
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