Que pasará ahora con los tres gobernadores que están en el ojo del huracán de la corrupción en el país. Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte ya no son queridos en sus estados, pero también parece ser que en sus partidos son unos apestados. De acuerdo con el periódico El Financiero, en «a Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI [se] recibió una solicitud para suspender temporalmente los derechos como militantes de los gobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua y expulsarlos de comprobarse que incurrieron en actos de corrupción».
Sobre los gobernadores señalados pesan varias denuncias presentadas por malos manejos de dinero, siendo Javier Duarte el que más enfrenta con 26 en la Auditoría Superior de la Federación y 32 del SAT por el caso de las empresas fantasma. La solicitud la envió el consejero Armando Barajas con el argumento de que en estos casos, los tres todavía mandatarios incurrieron en «faltas de probidad en el ejercicio del servicio público», por lo que es necesario retirarles el apoyo del partido y expulsarlos en caso de encontrarlos culpable de dichos señalamiento.
Conociendo el actuar del PRI, y sus medidas estratégicas electorales, es muy probable que desde este momento se piense deslindar de estos personajes que han hecho perder importantes bastiones tricolores, para que no sean una carga negativa para el 2018, donde buscarán a como dé lugar mantener la presidencia que recuperaron con Peña Nieto.
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